“El mundial es una fiesta universal del deporte y del balón” dice aquel inolvidable rock and roll nacido para celebrar el campeonato disputado en nuestro país en 1962. Hoy, aquella frase toma alto valor.

La ley que protege a los discapacitados en Brasil obliga a que en sus estadios hayan ubicaciones para todo el mundo, incluyendo a las personas que sufren obesidad mórbida, como también con problemas motores.

Por esta disposición, cada recinto donde se disputará la Copa de las Confederaciones o el Mundial de Fútbol tendrá, al menos, 120 asientos disponibles para este segmento de la población, puesto que está preparado para personas cuyo peso sobrepase los 200 kilos y unos 1200 para personas en sillas de ruedas, personas con problemas motores.

Según la organización, el boleto para los partidos en aquellas localidades costará el doble de lo establecido para presenciar la Copa del Mundo.

Así serán los nuevos asientos mundialistas:

www.fifa.com

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