La presentación de una demanda contra del Estado de Chile, una toma protagonizada por 84 familias y la desolación de quienes no sufrieron con el terremoto, pero sí serán erradicados. Todo ello, sumado a cacerolazos y barricadas, se vivió en la víspera de un tercer aniversario del 27F.

Dicen ser los olvidados, los que hasta el día de hoy no tienen proyectos habitacionales vigentes, los que pasaron de ser propietarios a ser allegados tras hacer trámites con el Serviu. Son los “terremoteados” de Villa Futuro, que así, con indignación y desesperanzas, comentaron en qué va su reconstrucción, en palabras de la dirigenta Bárbara Orrego.

De la gran masa de habitantes, 84 se restaron de seguir una solución a través de subsidios y trámites con el Serviu. Juntaron dinero, compraron un terreno y contrataron los servicios de una constructora para que levantara sus casas, las que hace un mes fueron terminadas.

Son los vecinos de la nueva Villa a la que quieren bautizar como “Luis Ríos Melillán”, en favor del dirigente ex candidato a alcalde, hoy candidato a diputado.

En la población Aurora de Chile, lo que comenzó como un acto político-cultural, terminó con barricadas en la Costanera.

Con duros emplazamientos contra la ex Intendenta, los vecinos insistieron en que no abandonarán sus casas, por más que así lo pidan las autoridades. Es más, confirmaron la presentación de una demanda en contra del Estado chileno.

En Lenga se desarrolló una velatón y así también, en distintos puntos del Gran Concepción, la gente, los vecinos, los que vivieron ese 27F de 2010, conmemoraron los tres años de la tragedia. Muchos de ellos con la premisa, -que desestima las cifras oficiales- e insiste en que aún “no hay reconstrucción”.