El cantante inglés Elton John llega este jueves a nuestro país para su presentación en Viña 2013, y ya fijó sus condiciones al equipo organizador del certamen.

Entre éstas, destacan su alejamiento de cualquier actividad que no sea el show durante las seis horas que durará su estadía y el nulo contacto que tendrá con los periodistas. Con ello, el cantante dejó claro que no participará de conferencias ni entrevistas, ni asistirá a espacios de TV, según consignó La Tercera.

El Director General del certamen, Pablo Morales, explicó que “Hay un minuto en que uno tiene que poner en la balanza qué es mejor: olvidarse de un artista con esos requisitos o contar con un nombre de primer nivel en el escenario, pero que lamentablemente no vaya a las calles ni se abrace con las señoras. En algún momento lo intentamos, en el mejor de los tonos, pero su producción dijo que él venía a Chile pero se devolvía a Brasil. Y nosotros dijimos que, por tenerlo acá, nos la jugamos”.

Las negociaciones iniciales comenzaron a principios de 2012, cuando CHV recibió el listado de las exigencias de este artista. Entre éstas figuraba la presencia de una “motorhome”, una casa rodante que se instalará en la parte trasera de la Quinta Vergara, en la cual se maquillará, cambiara de ropa y descansará. Su staff más cercano también lo esperará en ese lugar.

Lo contradictorio es que a pesar de las condiciones de John, el equipo del británico aceptó la interrupción de su espectáculo para presentar la tradicional entrega de premios, a diferencia de Sting o Morrissey que se negaron en eventos pasados.

Morales comparó al amigo de Diana de Gales con el cantante mexicano Luis Miguel, asegurando que “El estrés que el año pasado nos produjo Luis Miguel fue tanto, que lo que hemos tenido ahora con Elton John ha sido un agrado”.

Las transacciones que permitieron llevar al británico a la Quinta responden a un estilo que también desplegó en su visita de 2009 al Movistar Arena, momento en que no se prestó para entrevistas, no tuvo contacto con la prensa ni dejó que demasiada gente se acercara al camarín.