Las autoridades entregaron las llaves de su nueva casa a 27 familias de la caleta Tumbes, en el marco de la reconstrucción por el terremoto y maremoto de hace 3 años. Las viviendas tipo “palafito” son tsunami resistentes.

A pocos días de que se cumpla el tercer año desde el terremoto del 27 de febrero, 27 familias de la caleta Tumbes recibieron las llaves de su casa nueva.

Ubicadas en la avenida central del borde costero, la idea fue construir las viviendas en el mismo sitio donde estaban las que fueron arrasadas por el maremoto, para que las familias mantengan sus actividades económicas asociadas a la pesca y al turismo, explicó el seremi de Vivienda, Rodrigo Saavedra.

Los vecinos fueron los más contentos, pues los años de trabajo, dicen, tuvieron su recompensa:

Se trata de viviendas tsunami resistentes, tipo “palafito”, con pilares de hormigón armado para disminuir riesgos frente a catástrofes similares a las del 27F, con dormitorio, living-comedor, cocina, baño y balcón.

Sergio Jara, aún director del Serviu, manifestó su confianza en el estándar de las casas:

Quien no estaba tan optimista fue el alcalde de Talcahuano, Gastón Saavedra. Se ofreció incluso a abrazar y a besar a las autoridades del Ministerio si realmente cumplían con el término del campamento de Centinela en 60 días.

Saavedra recordó también a la gente de los campamentos Maryland, San Juan y Fernando Paz, además de los habitantes de las aldeas de Las Salinas, Rocuant y El Morro.

Según estimaciones de las autoridades, en la región del Bío Bío se han entregado 53 mil soluciones habitacionales; 28 mil están en construcción y falta por iniciar 11 mil obras.

A tres años de la tragedia, las caras sonrientes de algunos todavía contrastan con la crítica de otros.

Pablo Ivelic | Minvu

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