Las autoridades checas anunciaron este miércoles que habían descubierto carne de caballo no declarada en lasañas congeladas confeccionadas por la empresa Nowaco de Luxemburgo.

Las pruebas de laboratorio “revelaron la presencia de carne de caballo en una muestra” de lasañas Nowaco confeccionadas en Luxemburgo, indicó en su portal internet la autoridad checa de inspección de la agricultura y los alimentos. La muestra provenía de un supermercado Tesco, afirmó.

Los inspectores “ordenaron al distribuidor que retire inmediatamente del circuito esos productos”, agregó.

Incluso en Hong Kong, las autoridades ordenaron a una cadena de supermercados local que retire las lasañas de carne congelada Findus, una de las marcas involucradas en el escándalo de la carne de caballo en Europa.

Los gigantes mundiales del sector agroalimentario, como el suizo Nestlé o el brasileño JBS, anunciaron el martes la retirada del mercado de varios productos precocinados a causa del escándalo provocado por el uso fraudulento de carne de caballo en lugar de carne de vacuno, que afecta a un número creciente de países en Europa.

Por primera vez desde el inicio de la crisis, estos productos retirados no sólo son platos precocinados de venta en supermercados, sino platos distribuidos a hoteles, restaurantes o cafés, según un portavoz de Nestlé en Portugal, Anotio Carvalho.

Los 27 países de la Unión Europea (UE) se pusieron de acuerdo el viernes para realizar cerca de 2.250 análisis a la carne, entre 10 y 150 por país.

Una serie de datos ilustra el tamaño del engaño: la empresa francesa Spanghero compró 750 toneladas de carne de caballo, 550 toneladas de las cuales se usaron para fabricar unos 4,5 millones de platos fraudulentos vendidos en trece países europeos.

El gobierno francés reveló la existencia de una red que pasa al menos por cinco países: Francia, Luxemburgo, Rumania, Holanda y Chipre.