Corea del Sur se expone a su “destrucción final” si sigue presionando junto a sus aliados para reforzar las sanciones de la ONU contra el programa nuclear de Corea del Norte, advirtió este martes en Ginebra un diplomático norcoreano.

“Nunca hemos reconocido las resoluciones propagandísticas relacionadas con las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU”, proclamó el enviado norcoreano a la Conferencia de Desarme de Naciones Unidas, Jon Yong Ryong.

“Como dice el proverbio: un cachorro recién nacido no teme a un tigre; y el comportamiento errático de Corea del Sur no podría más que anunciar su destrucción final”, agregó.

Corea del Norte y Corea del Sur suelen polemizar con dureza en este foro de la ONU, consagrado a cuestiones de control de armas a escala global.

Pero la arenga norcoreana de este martes fue inusualmente amenazante y se produce en plena efervescencia diplomática a causa del tercer y más potente ensayo nuclear realizado la semana pasada por Corea del Norte.

El hermético régimen comunista norcoreano rechazó todos los llamamientos internacionales para abandonar su programa nuclear y desafió con tono desdeñoso las amenazas de sanciones internacionales.

El representante surcoreano ante la Conferencia de Desarme, Kwon Haeryong, afirmó que “todo el mundo sabe que Corea del Norte destina recursos enormes al desarrollo de armas nucleares y misiles”, pese a padecer “una penuria alimentaria crónica”.

El enviado norcoreano acusó además a Estados Unidos de las tensiones en la Península Coreana.

“La prueba nuclear (norcoreana) es una medida de autodefensa ante la intensificación del chantaje nuclear de Estados Unidos”, declaró.

Varias delegaciones, como la de Estados Unidos, el Reino Unido, Alemania, España, Francia y Polonia, manifestaron su inquietud por las declaraciones amenazantes de Pyongyang.

“Las amenazas contra otros Estados miembros superan los límites de lo aceptable”, declaró el representante francés en la conferencia de Ginebra.

El ensayo nuclear norcoreano del pasado 12 de febrero suscitó la condena unánime de Naciones Unidas.

Reunido con carácter de urgencia, el Consejo de Seguridad de la ONU, donde Corea del Sur ejerce este mes la presidencia rotatoria, condenó con firmeza el ensayo nuclear, y anunció que se esforzará en tomar “las medidas apropiadas”, mediante una nueva resolución.

La detonación del 12 de febrero alcanzó una magnitud de 5, es decir un temblor “alrededor de dos veces más fuerte” que el registrado con el ensayo anterior, en 2009, según la agencia de control de ensayos nucleares (CTBTO), basada en Viena.