Científicos rusos afirmaron este lunes que descubrieron fragmentos del meteorito que explotó mientras caía sobre la región de los Urales, creando una onda expansiva que hirió a unas 1.200 personas y causó numerosos daños materiales.

La roca espacial cayó el viernes cerca de la ciudad de Cheliabinsk en Rusia central, con una fuerza estimada por expertos como 30 veces superior a la de la bomba atómica arrojada por Estados Unidos sobre la ciudad japonesa de Hiroshima al final de la Segunda Guerra Mundial.

Explotó varias decenas de kilómetros por encima de la superficie terrestre pero los fragmentos que resultaron de esa explosión se esparcieron, al parecer, sobre esa región industrial rusa.

El Ministerio de Situaciones de Emergencia había indicado el domingo que los socorristas que investigaron un lago congelado, donde aparentemente cayeron algunos de los fragmentos, no habían lograron descubrir nada en su búsqueda inicial.

Sin embargo, científicos de la Universidad de los Urales enviados al lugar de los hechos anunciaron el lunes haber hallado unos cincuenta fragmentos cerca del lago Chebarkul.

“Los miembros de la expedición enviada para buscar el meteorito enviaron a Ekaterinburgo algunos de los fragmentos hallados”, precisa un comunicado.

“Según el jefe de la expedición, miembro de la Academia de Ciencias Viktor Grokhovsky, el meteorito pertenece a la clase de las condritas”, término que designa un tipo de meteorito rocoso, precisa la Universidad, agregando que los fragmentos hallados contienen una proporción de 10% de hierro.

La agencia estatal RIA Novosti indicó por su parte que los miembros de la Academia de Ciencias que realizaron tests químicos sobre los fragmentos concluyeron que provienen del espacio exterior.

“Confirmamos que partículas halladas por nuestra expedición cerca del lago Chebarkul presentan la composición de un meteorito”, indicó la agencia noticiosa citando a Grokhovsky.

Precisó que los fragmentos de roca estaban compuestos en parte por hierro, crisolita y sulfito. Los científicos propusieron que el meteorito sea bautizado “meteorito de Cherbakul”, según el comunicado.

Los fragmentos resultantes de la explosión del meteorito cayeron a su vez sobre la Tierra bajo la forma de bolas incandescentes que dejaron rastros de humo en el aire, acompañados de explosiones y destellos luminosos que sembraron pánico entre la población.

La onda expansiva creada por la explosión rompió ventanas de unos 5.000 edificios y dejó a unas 40 personas -entre ellas tres niños- internadas en el hospital con contusiones y heridas cortantes de diversa entidad, algunas graves.

Unos 24.000 obreros de emergencia y voluntarios trabajaron intensamente el fin de semana para reparar las ventanas destruidas antes de la reanudación de las clases y la semana laboral.

Coleccionistas y personas interesadas en meteoritos publicaron anuncios en Rusia ofreciendo hasta 10.000 dólares (4.700.000 pesos chilenos) de recompensa por un fragmento auténtico del meteorito.