Estados Unidos lanzó su último satélite de observación terrestre este lunes impulsado por un cohete Atlas V desde la base aérea de Vandenberg (California), anunció la NASA.

Este satélite, perteneciente a la misión de continuidad Landsat Data, es el último de un serie de satélites usados para recopilar sin interrupción imágenes desde el espacio de la superficie de la Tierra, las zonas costeras y los arrecifes de coral.

“Todo parece marchar bien, y el motor funciona normalmente”, informó un portavoz de la NASA después de que el cohete saliera de la plataforma de lanzamiento.

Una vez en órbita, el seguimiento del satélite será realizado por el Servicio Geológico de Estados Unidos.