De dulce y agraz la jornada para el Team Nextel by Can-Am debido al lamentable accidente sufrido por uno de sus pilotos de cuadriciclos, el boliviano de 46 años Leonardo Martínez, quien cayó de su moto luego de pasar el WP3, lo que le significó severas fracturas de pelvis y cadera, según los reportes emanados desde el Hospital de Ica, en Perú.

En lo deportivo, nuevamente destaca la consistencia de Sebastián Palma en los Quads pese a lo exigente de la ruta, que constó de una especial de 243 kilómetros entre Pisco y Nazca.

El piloto de Los Angeles terminó el recorrido en la décima posición, con lo que no sólo se mantiene en los puestos de avanzada (11° de la general) y como el segundo mejor chileno de la especialidad, sino que se afianza como líder de la serie de 4×4 de esta disciplina, atrás en 27 minutos le sigue el argentino Claudio Clavigliasso.

Por su parte Rodrigo Ramírez también tuvo un bien día, ya que cruzó la meta en el lugar 19 de los cuadris, tercero de los 4×4, y con ello logró subir cinco puestos en la tabla global de la categoría instalándose en el lugar 20°

Barry Cruces, en tanto, cedió algo de terreno al llegar 22° de la etapa y bajando del 16° al puesto 22 de la general. Lo contrario ocurrió con el ariqueño Ricardo Vinet, quien cumplió la etapa en la casilla 25 y con ello subió nada menos que cinco puestos de la general, quedando 27°. Diego Martínez (hijo de Leo Martínez, el piloto accidentado) finalizó 31 y quedó 27 en el listado global de la competencia.

“Fue una etapa muy compleja y peligrosa, realmente dura, con muchos accidentes y un calor terrible. El Dakar con toda su furia”, reconoció Rodrigo Ramírez, jefe del equipo, quien a la vez contó que el tramo trató de “muchas dunas, con partes trabadas y otras rápidas, pero insisto, muy peligrosa”.

Sobre el buen desempeño hasta ahora de Palma, Ramírez señaló que “va muy bien, a buen ritmo, tiene que seguir igual, avanzando con cuidado, pero a paso firme”.