Una austeridad sin precedentes y un ajuste de 39.000 millones de euros, contempla el presupuesto español para 2013, que los diputados ibéricos aprobaron este jueves.

Para el movimiento de los Indignados, las nuevas medidas económicas deben ser acogidas esta noche en Madrid con un “cortejo fúnebre”, acusando que se trata de “el presupuesto del hambre y la miseria”.

En medio de un pesado clima social, lastrado por un desempleo de más de 25%, una importante pobreza, manifestaciones casi a diario, el presupuesto tiene por objetivo sanear las cuentas públicas del país, cuarta economía de la zona euro, sumergido en la crisis desde que estalló la burbuja inmobiliaria en 2008.

La política de rigor del gobierno es denunciada cada vez más por los economista, que la perciben como un freno a la reactivación económica y con consecuencias sociales a largo plazo.

Todas las organizaciones humanitarias se alarman: 12,7 millones de personas están al borde de la pobreza en este país de 47 millones de habitantes, según un reciente estudio europeo. Una cifra que podría alcanzar 18 millones, casi 40% de la población, en diez años, afirmó un informe de varias organización no gubernamentales entre ellas Oxfam, “si las políticas de austeridad y recortes sociales no se corrigen”.

Esta semana Mariano Rajoy, presidente del gobierno conservador, admitió esta semana que 2012 fue el año más “difícil”, así como 2013, aunque será además, dijo, el año de la “estabilización de nuestra economía”.

Sin embargo 2013 se anuncia tan sombrío como el año que termina, y la salida de la recesión en la que está hundida España se hace esperar: el gobierno espera una contracción del PIB de 0,5% en 2013, luego de 1,5% este año. Pero la OCDE pronostica una contracción mucho más importante, 1,4% para el año que viene.

La reactivación se presenta además como hipotética si se tiene en cuenta en particular que el presupuesto para 2013, votado por la derecha que tiene mayoría absoluta en el Parlamento, denunciado como “antisocial” por la oposición socialista, multiplica los recortes para recuperar 39.000 millones de euros.

LAS MEDIDAS

Entre los recortes figura una quita de 6,3% para las prestaciones sociales, mientras que el Estado espera ingresos adicionales por 15.000 millones gracias a un alza del IVA .

Los presupuestos de los ministerios serán reducidos en promedio de 8,9%, el de Industria cae 21,3%, el de Agricultura 25,4%, el de Educación, Cultura y Deportes 17,2%.

La poderosa organización católica Caritas se inquietó el jueves por la reducción de la ayuda al desarrollo de 45% con respecto al presupuesto 2012.

Las regiones, apuntaladas para que respeten los objetivos de déficit tras años de relajamiento fiscal, también contribuirán con importantes repercusiones en sus presupuestos de salud y educación, que administran debido a su estatuto de autonomía.

Los jubilados también se ven afectados: el gobierno finalmente se sinceró y decidió que las pensiones serían revalorizadas menos de lo previsto.

Este presupuesto entra dentro de un plan de recortes dictado a España por la Unión Europea, con el que se prevé ahorrar 150.000 millones de euros hasta 2014, para reducir un déficit público que alcanzó 9,4% del PIB en 2011.

En 2012 el objetivo es de 6,3%, una cifra “complicada” de alcanzar, admitió el gobierno, y luego de 4,5% en 2013 y 2,8% en 2014.

El jueves por la noche los indignados convocaron para participar en una “procesión fúnebre” a través de Madrid, hasta las puertas del Congreso.