Luego que el SAG anunciara a partir del 1 de enero de 2013 la utilización del dispositivo de identificación individual oficial (Diio) para ganado bovino y buvalino, desde la Feria Ganadera Osorno S.A. (Fegosa) criticaron la iniciativa, explicando que sólo favorecerá a los órganos estatales dándoles más control respecto a la ganadería.

El gerente general de Fegosa, Harry Jürguensen, indicó que dicho sistema sólo permitirá llevar un control respecto a la existencia, los inventarios y la sanidad de los ejemplares. De esta forma puso en duda si ésta permitirá otro tipo de beneficio económico para los ganaderos.

Esta decisión se tomó tras evaluar la necesidad de mejorar el actual sistema de trazabilidad animal o sistema de identificación pecuaria vía web (Sipec web) que administra el SAG, el cual ha presentado una serie de contratiempos dado que los pequeños ganaderos no pueden acceder a él.

El hecho de tener el Diio, añadió, no significa que la venta de carne clandestina se suspenda o se termine definitivamente, ya que es un sistema que no ayuda en nada a los comprobadores.

Respecto a los pequeños ganaderos, Jürgensen explicó que la puesta en marcha de esta iniciativa sólo será un problema para la agricultura familiar campesina, ya que no todos cuentan con los recursos monetarios para trabajar con este sistema de identificación de ganado.

En términos comparativos, en otros países como Uruguay, los pequeños ganaderos no están involucrados u obligados a ser parte de la trazabilidad obligatoria, mientras que en Chile se pretende poner en marcha a pesar de que no están probados todos los sistemas de registro correspondiente.

Jürguensen finalmente afirmó que cuando el Estado obliga a los privados a algo, a pesar de que sólo les interesa a ellos y obtienen beneficios, los costos debieran ser asumidos por la entidad gubernamental.