Perú completó este martes sus primeros alegatos ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), negando que los tratados firmados en 1952 y 1954 hayan fijado el límite en el Océano Pacífico como asegura Chile.

Dos de los abogados más destacados del equipo que defiende la posición peruana, los británicos Vaughan Lowe y Michael Wood, subieron al podio para intentar abrir una brecha en la muralla más fuerte de la defensa chilena.

Santiago considera que el límite quedó zanjado por acuerdos de 1952 y 1954 afirmando que demarcaron la frontera actualmente vigente en base al paralelo geográfico y acatada por ambos países, especialmente en materia pesquera.

Lima invoca la Convención del Mar de la ONU de 1982 y el derecho a las 200 millas náuticas para pedir a La Haya que trace un límite siguiendo una línea bisectriz, equidistante de las costas de cada país.

Vaughan relató la gestación de los acuerdos firmados por Lima a mediados del siglo pasado, insistiendo en que se trató de arreglos de orden práctico destinados a regular la actividad pesquera.

Según el jurista, la conferencia convocada por Chile en 1952 y a la que asistieron representantes de Perú y Ecuador, estaba destinada exclusivamente a atender cuestiones vinculadas a la caza ballenera y la pesca.

“No hay ni un ápice de prueba de que los delegados peruanos habían sido invitados para fijar los límites internacionales”, dijo Vaughan, que ejerce en Inglaterra y es profesor de derecho internacional en Oxford.

Su compatriota Sir Michael Wood tomó el relevo y concentró sus alegatos en minimizar el alcance del acuerdo de 1954 sobre la Zona Fronteriza Marítima, considerado como el talón de Aquiles de Lima en el litigio.

“El de 1954 era un acuerdo pragmático, de índole técnica y de alcance limitado, no era un acuerdo con el menor contenido político”, comentó el letrado con peluca blanca y toga negra. “Chile quiere reconstruir un acuerdo marítimo internacional retroactivo”, denunció.

El abogado británico criticó además otros documentos presentados por Chile en su defensa escrita, incluyendo algunos vinculados al reclamo boliviano de una salida al mar.

Chile, dijo Wood, “distorsiona la realidad” al incluir un mapa que “constituye una grave distorsión de la propuesta de Perú”. “Todo son imprecisiones, todos son dudas”, deploró, antes de concluir: “un límite internacional no puede basarse en arenas movedizas de esta naturaleza”.

Tras el receso tomó la palabra el jurista italiano Tullio Treves y luego el norteamericano Rodman Bundy, que volvió a arremeter contra el tratado de 1954.

Bundy, que ejerce en un bufete con sede en París, argumentó en particular que durante varias décadas desde 1954, “Chile no emitió ni un mapa ni una carta náutica donde se pretenda representar una frontera marítima con el Perú”.

“Solamente en la década del 90, Chile empezó a mostrar una frontera marítima en sus mapas”, dijo el abogado que se interrogó: “¿De donde vienen esos cambios?” “Claramente —concluyó Bundy— eran cambios interesados”.

Igualmente se refirió a la frontera de Perú con Ecuador indicando que “consigue una solución equitativa y proporcionada, a diferencia de lo ocurrido con Chile, que tiene un cambio de dirección pronunciado”.

Al cierre, Rodman Bundy solicitó además tomar en cuenta el límite terrestre “Concordia” como sitio de partida de la frontera marítima, y no el “Hito 1″ propuesto por Chile, poco más de 200 metros al noreste del primero.

Por su parte el jurista Alan Vaughan Lowe afirmó que no basta con que Chile pruebe que la línea fue usada para una limitación. Para demostrar la existencia de una evidencia que debe ser contundente, la práctica del país debe ser inapelable y debe mantenerla por años”.

ALAIN PELLET: “CHILE INVENTÓ UNA LÍNEA MARÍTIMA PARA INTERPRETARLA A SU FAVOR”

Durante la última exposición oral del equipo peruano ante los jueces de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, el jurista francés Alain Pellet sostuvo este jueves que Chile no puede pretender una zona marítima que se sitúa a más de 200 millas de sus costas.

El coordinador del equipo jurídico peruano aseguró además que antes de la fase oral Chile “intentó imponer obligaciones y derechos en el triángulo exterior”.

El litigante precisó que “Perú es titular en el triángulo exterior de los derechos soberanos y la jurisdicción que reconoce Naciones Unidas”.

Igualmente, aclaró que la vecina nación del norte no pide “concederle al demandante una parte que no le pertenece y que estaría en altamar”, sino que “solamente pueda ejercer derechos soberanos sobre la jurisdicción que le reconoce el Derecho Internacional Contemporáneo”.

Asimismo, afirmó que “Chile se dedicó a inventar una línea desde que supo la postura peruana en 1986. Los esfuerzos de Chile para hacer interpretar en su beneficio los textos de autores peruanos tampoco son contundentes”.

También indicó que el demandado no puede detentar derechos soberanos ni jurisdicción sobre el triángulo exterior, precisando que “la delimitación de zonas de búsqueda y rescate marino no está relacionada con las fronteras con Perú”.

“Chile está solapando sobre los derechos soberanos de Perú en el triángulo exterior”, denunció.

Según el jurista, el rechazo por parte del demandado, “nada tiene que ver con una solución equitativa a la que busca llegar toda negociación marítima, y privaría de 28.000 km2 que le corresponden a Perú”.

Al dirigirse a los jueces, Pellet dijo que “Chile quiere hacerles creer que Perú en forma inadvertente y voluntariamente ha renunciado a sus derechos sobre casi 67.000 m2 que le corresponden ipso facto en la aplicación más trascendental del derecho internacional. Sería atribuir un masoquismo no razonable a Perú”.

“Chile se dedicó a inventar una línea desde que supo la postura peruana en 1986. Los esfuerzos de Chile para hacer interpretar en su beneficio los textos de autores peruanos tampoco son contundentes”, puntualizó Pellet.

CONFIANZA EN DELEGACIÓN CHILENA

Frente a la ofensiva peruana, desde filas chilenas se lanzaban señales de serenidad y confianza. “No hubo sorpresas aquí para Chile”, comentó a la prensa el jurista chileno Claudio Grossman.

“Chile va a responder con los argumentos que corresponden y van a ver que estamos muy preparados”, aseguró Grossman, profesor de derecho en la American University de Washington.

Recordemos que Perú reclama la jurisdicción sobre unos 27.000 km2 que hoy son considerados alta mar, en un proceso que comenzó en 2004 y que se concretó en 2008, cuando el gobierno peruano acudió ante la Corte Internacional de La Haya, dejando en manos de los jueces la tarea de fijar la frontera marítima tras cuestionar que la línea de proyección hacia el Pacífico esté trazada en base a un paralelo y no sobre una línea equidistante, como concibe desde 1982 la Convención del Mar de la ONU.

Durante la primera jornada, realizada este lunes, los abogados que representan a Perú acusaron a Chile de “inventar” sus límites marítimos, argumentando principalmente que “la delimitación nunca se ha fijado y en ausencia de esa delimitación la misma debe ser determinada por la Corte”, por lo que reclamaron una “solución equitativa” para el trazado de la frontera marítima.

El jueves y viernes, tocará a Chile presentar sus alegatos, antes de una segunda tanda de argumentos de cada país, la semana próxima. La CIJ procederá luego a fijar la frontera entre los dos países, en una fecha aún no determinada. Un portavoz de la Corte indicó a la AFP que si bien no hay fecha precisa, usualmente los 15 jueces se dan un plazo que de entre cuatro y seis meses tras los alegatos orales para sopesar los argumentos y emitir su fallo inapelable.