El nuevo espectáculo del Cirque du Soleil nos conectan con la infancia, la imaginación y los sueños: Ayer partió Varekai (”En cualquier lugar” en Romaní) en la Ciudad Empresarial, Huechuraba.

Espectacular, elegante, sorprendente son algunos de los calificativos para la nueva propuesta del Cirque du Soleil. Con una ambientación y escenografía muy bien resuelta, práctica, sutil, con música y canto en vivo de muy buen nivel, los artistas hacen verdaderos prodigios en las artes circenses: malabaristas, trapecistas, equilibristas, contorsionistas… con un manejo notable de vestuarios, colores e iluminación, para crear un ambiente de encanto que, remitiéndonos a algunos filmes de animación, no traiciona la estética y el espíritu del circo.

Los puntos altos son, además, el trabajo de Ícaro con la red, el aro aéreo, los columpios rusos y los juegos icarianos. (“Los Juegos Icarianos, una antigua disciplina de las artes circenses prácticamente desaparecida en la cultura circense contemporánea de hoy, regresa a la pista central. Los miembros de una misma familia suelen presentar este número muy arraigado en la tradición. Como tributo a esta tradición, los Icarianos junto con otros acróbatas encarnan esta espectacular exhibición de malabarismos humanos. El cuerpo humano se convierte en catapulta y recogedor en un número elaborado, explosivo y con gran carga coreográfica que requiere fortaleza, equilibrio y agilidad.” www.cirquedusolieil.com)

En general los espectáculos circenses recurren a los errores de malabaristas y acróbatas para aumentar la tensión, lo que por supuesto estuvo presente. Y el humor, a través de algunos personajes y escenas que van equilibrando la presentación.

Y aquí tal vez esté el punto débil de Varekai y del Cirque du Soleil: A pesar de ser muy aplaudido –tanto por el gusto local por el humor como por la necesidad de relajar la tensión-, los números cómicos parecen muy básicos, faltos de las sutilezas y de elegancias que en general tiene el resto del espectáculo.

Con todo, Varekai es un gran espectáculo, un momento para re-encantarse con artes tradicionales y con larga historia que nos conectan con la infancia, la imaginación y los sueños.