El ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi fue condenado este viernes a una pena de un año de cárcel por fraude fiscal en la adquisición de derechos televisivos para su imperio audiovisual Mediaset, anunció el tribunal de Milán (norte).

Cabe mencionar que el otrora mandatario, en un comienzo, fue condenado a 4 años de presidio, castigo que posteriormente fue reducido a un año, debido a que se beneficia de una amnistía aprobada en 2006, según precisa el Tribunal de Milán.

Berlusconi, que tampoco podrá ejercer cargos públicos, fue juzgado por aumentar artificialmente el precio de los derechos de difusión de filmes, comprados por sociedades pantalla de su propiedad y vendidos a su imperio audiovisual Mediaset, un sistema que permitía al grupo reducir los beneficios en Italia y pagar menos impuestos.

Para ello el grupo habría organizado en el extranjero una contabilidad paralela.

El proceso fue suspendido durante el año 2010 después de que se adoptara una ley que acordaba impunidad penal durante 18 meses a Berlusconi, entonces primer ministro.

La ley fue anulada parcialmente el año siguiente por la Corte Constitucional, lo que propició la reanudación del proceso contra Berlusconi.

La condena es mayor a la que pidió la fiscalía, que era de 3 años y 8 meses de cárcel.

Según el fiscal, Fabio De Pasquale, Mediaset “exageró” los costos de la compra de filmes, fijándolos en 368 millones de dólares entre 1994-1998, mientras entre 2001-2003 esa cifra descendió a 40 millones de euros.

“Berlusconi era en 1998 el jefe de la cadena de mando en el sector de los derechos televisivos”, afirmó el fiscal, el cual pidió también la condena para el presidente actual de Mediaset, Fedele Confalonieri, brazo derecho del magnate de las comunicaciones, quien fue absuelto por el tribunal.

El juicio se inició hace seis años, y tras varias suspensiones, comenzó de nuevo en febrero pasado.

El magnate de las comunicaciones y ex primer ministro Silvio Berlusconi, de 76 años, renunció el miércoles pasado a presentarse como candidato en las elecciones del 2013 como jefe de gobierno de Italia, cargo que ocupó durante casi 10 diez años.

En la década de los 90 fue tres veces condenado en primera instancia por corrupción, falsos balances y financiación ilícita de partidos políticos.

Desde entonces y gracias a un ejército de abogados, fue absuelto o el delito por el que era juzgado cayó en prescripción.

Una de las figuras más controvertidas y a la vez carismáticas de Italia, ya que concentraba un enorme poder económico y político, fue tres veces primer ministro y protagonizó inéditos escándalos sexuales, judiciales y grandes metidas de pata internacionales.