El ministro de Finanzas brasileño, Guido Mantega, admitió este sábado que sus críticas contra la política monetaria de los países avanzados, que a su juicio daña los intereses de los emergentes, no van a prosperar en foros internacionales.

“No hay mucha receptividad porque es una cuestión delicada”, declaró Mantega tras participar en la asamblea del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) en Tokio.

Mantega, cuyo país forma parte del grupo de emergentes conocido como BRICS (junto a Rusia, India, China y Sudáfrica), volvió a la carga esta semana contra lo que califica de “guerra de monedas” a causa de las políticas expansionistas de los países avanzados.

“Es evidente que si usted practica expansión monetaria durante 10 años en algún momento va a dar resultados, pero los efectos colaterales quizás sean peores que los resultados directos”, dijo Mantega el jueves a periodistas al salir de una reunión de los BRICS.

“Los países (avanzados) argumentan que están haciendo política monetaria” exclusivamente, comentó Mantega a los periodistas.

Brasil quiere que la Organización Mundial de Comercio (OMC) estudie la posibilidad de analizar el impacto de esa “guerra cambiaria”, pero sin grandes esperanzas, admitió el ministro.

La Reserva Federal, el Banco de Japón o el Banco Central Europeo (BCE) mantienen tasas de interés históricamente bajas y además han comprado masivamente deuda pública para ayudar al crecimiento