Sólo uno de los 3 accesos del recién inaugurado Mall del Centro está dispuesto para discapacitados. La denuncia la hicieron los mismos afectados, quienes señalaron que los ascensores del recinto se encuentran fuera de funcionamiento.

Juan Saravia llegó en su silla de ruedas hasta el acceso de O’Higgins del centro comercial. Cuando divisó las escaleras que dan la bienvenida al público, buscó la clásica rampa para subir y no la encontró. Dio la vuelta por Orompello y pasó exactamente lo mismo. Finalmente, logró ingresar por Barros Arana, donde el acceso es parejo.

Una vez adentro, pudo recorrer el centro comercial sólo en su primer nivel, ya que los ascensores presentaban una falla. Para Juan Saravia, ni aún en plan de apertura, la empresa debiera presentar estas fallas.

Saravia explica que el problema de las escaleras sin rampas alternativas no sólo afecta a los discapacitados, si no que es un obstáculo para embarazadas, personas de la tercera edad, entre otros.

Leonel Sepúlveda cuenta que se bajó de la locomoción colectiva por O’Higgins y solicitar solicitar ayuda a unos jóvenes para ingresar al mall en silla de ruedas. Toda una odisea para un hombre sin piernas. Ante ello, dice que el lugar debiera ser pensado -desde su arquitectura- para todos.

Desde el Servicio Nacional de la Discapacidad (Senadis), señalan que la ley puede amparar -todavía- este tipo de incidentes, ya que la norma General de Urbanismo y Construcción, aún en revisión y que se espera sea renovada a fin de año, entrega un plazo de 3 años a las edificaciones para que sean cien por ciento accesibles. Sin embargo, apelando a la conciencia y sentido común, su directora regional Michelle Ortustegui recordó la cantidad de personas con discapacidad física en la región.

Por su parte, desde el centro Comercial -y a través de una agencia de comunicaciones- se excusaron señalando que por el momento no emitirán declaraciones.