Los agricultores aseguraron que de aquí al 30 de diciembre el caudal del río Ñuble caería a un nivel de 20 metros cúbicos, lo que impediría el riego de cultivos. Mientras, las autoridades siguen confiando en San Isidro o en su defecto, en la Corriente del Niño.

Los agricultores de Ñuble y la Junta de Vigilancia del Río, hace una semana solicitaron a las autoridades regionales decretar Zona de Emergencia Agrícola por el déficit hídrico y la inminente sequía que afectará a la zona los próximos meses.

La solicitud fue rechazada por la Seremi de Agricultura, por lo que productores se reunieron otra vez con el secretario ministerial para explicarle los daños que se provocarán de no aplicarse la medida, según informó el presidente de los agricultores, Fernando Jeldres.

La autoridad en tanto, sigue confiando en San Isidro. Recordemos que el primero en plantear que las lluvias evitarán la sequía, fue el Subsecretario de Agricultura Álvaro Cruzat. Ahora el seremi José Manuel Rebolledo sumó un nuevo fenómeno climático dentro de las esperanzas gubernamentales, la Corriente del Niño.

En la provincia el déficit hídrico es del 27% y la falta de nieve caída en la cordillera es de un 60, por lo que la lluvia caída el fin de semana no es suficiente para los agricultores.