Doce personas murieron este martes al estallar un coche que tenía como objetivo los funerales de dos partidarios del régimen en la periferia sudeste de Damasco, informó la televisión estatal siria, denunciando un ataque “terrorista” que también causó 48 heridos, la mayoría de gravedad.

El ataque perpetrado en Jaramana, una localidad poblada mayoritariamente por cristianos y drusos, iba dirigido contra los funerales de dos simpatizantes del régimen de Bashar al Asad, afirmó por su parte el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

“Hacia las 15H00 (12H00 GMT), el cortejo fúnebre se dirigía hacia el cementerio cuando un automóvil aparcado al borde de la carretera explotó matando e hiriendo a varias personas”, contó un militar que se encontraba en el lugar.

El OSDH, con sede en Gran Bretaña y que se apoya en una red de militantes y testigos a través de Siria, informó, por su parte, de “siete personas muertas y 46 heridos cuando un automóvil lleno de explosivos alcanzó los funerales de dos partidarios del régimen en la localidad de Jaramana”.

“Numerosas ambulancias podían verse en el lugar de la explosión”, precisó a la AFP Rami Abdel Rahmane, jefe del OSDH, y añadió que la mayoría de los habitantes de Jaramana apoyan al régimen del presidente Bashar al Asad, enfrentado desde hace 17 meses a una revuelta popular derivada en conflicto armado.

Este ataque se produce en un momento en que las operaciones del ejército, durante un tiempo concentradas en el centro de la capital, se cernían ahora sobre los sectores situados al este de Damasco, donde permanecen las brigadas de élite del Ejército Sirio Libre (ESL, rebeldes), según un comandante insurgente en Damasco.