Con pañuelos blancos, globos, peluches y manifestaciones de profundo dolor, fue despedida esta jornada la pequeña María Alfonsina, la guagua que fue abandonada a comienzos de mes a escasos centímetros del altar del templo La Merced.
La misa de despedida fue presidida por el obispo de la diócesis Monseñor Horacio Valenzuela, y en ella, se advirtió un templo colmado de fieles de diversos sectores de la comunidad curicana, los cuales, aún no entienden este abandono de la recién nacida –la cual murió al cabo de 15 minutos de su nacimiento y a causa del frio, según un informe oficial del médico legista. Causa de muerte: hipotermia, refiere el análisis tanatológico practicado al cuerpo de la pequeña criatura.
“No se trata de buscar responsables, pero no deja de sorprender que nadie de la comunidad curicana se haya manifestado en contra del abandono de esta criatura, reflexionaba el sacerdote Mauricio Jacques, quien hizo un paralelo, con aquellos grupos animalistas que protestan en las calles, cuando se comete algún abandono o maltrato de alguna especie animal”.
“Creo que estamos desenfocados en el real sentido de nuestra vida y nuestros valores como sociedad”, señalaba el sacerdote al ser entrevistado por Radio Condell.
Antes de la despedida de la pequeña María Alfonsina, el portal Vivimos la Noticia conversó con el abogado Pablo Fuenzalida, que en decisión compartida con su mujer, optaron por facilitar sus apellidos para poder completar los trámites legales ante el registro civil y permitir llevar adelante el funeral de la pequeña.
“María Alfonsina, como cualquier niño se merecía tener sus apellidos, y por sobre todo, se merecía tener un padre y una madre. Es una niña muy hermosa, y nadie puede irse de este mundo como NN”, señaló bajo profunda emoción este profesional y también agente pastoral de la parroquia que entregó los apellidos Fuenzalida-Mozó a la pequeña.
Agregó que “sus cortos 15 minutos de vida, nos llaman a la reflexión, a la solidaridad. No había sucedido nunca algo así en la comunidad curicana, ni menos en nuestra iglesia católica. Tenemos que reflexionar en medio de tantas discusiones absurdas, legislar, proveer de recursos para que instituciones se hagan cargo de estas guaguas abandonadas” dijo.
“María Alfonsina Fuenzalida Mozó, en sus cortos 15 minutos de vida, no viene a decir que hay madres que están angustiadas, que están necesitadas, y que se ven desesperadas con un hijo. Decirles a todas ellas, que la adopción, no es un delito, que nadie les va a juzgar, sino muy por el contrario, podrían hacer felices a muchas familias”, agregó el abogado.
Unas mil personas acompañaron en la despedida de María Alfonsina, hasta el cementerio parque, donde finalmente descansará en paz, en este breve paso por el mundo terrenal, donde no encontró el cariño, ni menos el afecto de quienes la concibieron.
Despedida María Alfonsina | vivimoslanoticia.cl
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