Este martes, la policía de Palo Alto en California logró detener a Kariem McFarlin, un hombre de 35 años confeso de sustraer varias propiedades en el área. Para ello, contó con la ayuda de la propia víctima del robo: Steve Jobs.

Sin embargo no se trató de un caso de justicia paranormal, sino de la tecnología que el propio fundador de Apple había desarrollado y, por supuesto, su fama.

El caso se remite al 17 de julio, cuando McFarlin ingresó a la mansión que Jobs compartía con su esposa, actualmente deshabitada por remodelación. Desde allí, el hombre se llevó 60 mil dólares (cerca de 30 millones de pesos) en especies, entre los que se encontraban joyas, un iPad y dos teléfonos iPhone.

Según su relato, sólo cuando se detuvo a examinar la billetera y una carta que había sacado desde la casa, se dio cuenta de que esta había pertenecido al extinto CEO de Apple, ya que en su interior encontró la licencia de conducir y tarjetas de crédito de Steve Jobs.

Es probable que el delito hubiera quedado impune de no ser porque el ladrón cometió un grave error: usar la tecnología que había robado. De esta forma, apenas conectó los dispositivos a su computadora para utilizarlos, éstos se comunicaron con los servidores de Apple, donde los empleados descubrieron que la cuenta de iTunes de Kariem McFarlin estaba siendo utilizada con los artículos robados a su fallecido líder, explicita The Daily.

A partir de entonces, notificar a la policía y lograr la detención del hombre fue algo sumamente sencillo. En su favor, McFarlin argumentó que se encontraba desempleado y “desesperado por obtener dinero”, aceptando la sugerencia de enviar una carta de disculpas a la viuda de Jobs.

McFarlin será llevado a tribunales el lunes, donde se enfrentará a dos cargos menores por robo.