El alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri (derecha), opositor y con aspiraciones a la presidencia, rechazó este domingo asumir la administración del metro de la ciudad, paralizado desde hace nueve días por una inédita huelga que afecta a millones de personas.

“No voy a tomar un subte (metro) quebrado, es imposible que la ciudad lo financie”, afirmó Macri a Radio Mitre al rechazar la exigencia del gobierno federal que asegura haber firmado un acta en enero para el traspaso del servicio de transporte a su administración.

El alcalde sostuvo que ante la prolongación de la huelga por tiempo indefinido “lo único que el gobierno (de la ciudad) puede hacer es aplicar sanciones” a los trabajadores que reclaman aumento de salarios.

Según los trabajadores, la concesionaria privada Metrovías se declaró insolvente para afrontar aumentos salariales, mientras la alcaldía aduce que el gobierno federal no le ha transferido los fondos para hacerse cargo de la administración, en una discusión que mantiene empantanadas las negociaciones.

El conflicto se ha agudizado por una fuerte disputa política entre el gobierno de Cristina Kirchner y el alcalde, líder opositor y aspirante presidencial en 2015.

“Debería decir que no soy candidato en 2015 y se arregla todo”, opinó Macri, que acusó al oficialismo de alentar la protesta de los ‘metrodelegados’ (izquierda).

Representantes de los trabajadores en conflicto admitieron el sábado que la huelga “es prácticamente por tiempo indeterminado” tras impugnar una conciliación obligatoria y rechazar la multa por 4,9 millones de pesos (1 millón de dólares) que le impuso al gremio la Subsecretaría de Trabajo de la ciudad.

La huelga, la más prolongada desde que se inauguró el servicio en 1913, incluye a toda la red de la ciudad y afecta de forma directa a un millón de usuarios que la utiliza en días hábiles, en tanto provoca caos de tránsito y el colapso de los servicios de trenes y autobuses.