En el marco de una prueba en la que sus parciales daban cuenta de un cometido realmente veloz, fuertísimo y sólido en lo físico, que aspectaba para que el ariqueño bajara en impresionantes cinco minutos su récord de Chile, fijado en 4hr.02,03 el marchista Edward Araya fue descalificado esta mañana en los 50 kilómetros caminata a la altura del kilómetro 30, luego de que los jueces lo apuntaran con dos tarjetas rojas por bloqueo y una por pérdida de contacto, siendo sacado del recorrido, como ya había ocurrido en Guadalajara 2011.

Así es la marcha atlética: una progresión de pasos en la que el atleta debe mantener siempre contacto con el suelo. Si ese contacto se pierde, se considera que el atleta está corriendo y se le descalifica. Por eso, el marchador debe cuidar de no caer en sanción por bloqueo, es decir, por doblar la rodilla (la pierna que cae al piso debe caer recta), ni en sanción por suspensión (pérdida de contacto con el suelo), pues con tres tarjetas, por cualquiera de los dos tipos de infracción, sobreviene la descalificación.

Y eso es lo que esta mañana en el circuito olímpico de los 50 kilómetros, le ocurrió al andarín ariqueño Edward Araya. Lo cierto es que a la velocidad que marchaba, iba para bajar su maximarca chilena en nada menos que impresionantes cinco minutos de un plumazo: la comparación de sus cronos parciales cada cinco kilómetros entre lo registrado en el Walking Challenge en Chihuahua, en abril pasado, cuando había impuesto su récord criollo de 4hr.02,03, con lo que iba cronometrando esta mañana en Londres, daban para calcular que el chileno iba a establecer un registro final de hipotéticos 3hr.57,00 aproximadamente, crono que de haberlo concretado lo habría catapultado al lugar 40 del ranking mundial subiendo 30 lugares respecto de su ubicación actual.

Pero los jueces olímpicos determinaron otra cosa: a la altura del kilómetro 30 el chileno acumuló dos tarjetas por bloqueo y una por suspensión, siendo sacado de carrera por descalificación. Un revés durísimo para las aspiraciones del caminante criollo, quien ya había sufrido la descalificación en los Panamericanos Guadalajara 2011, igualmente por bloqueo. Se le vio fuerte y a muy buen ritmo en el asfalto olímpico londinense, pero es un hecho que la técnica de carrera necesita ser depurada para que, a vistas de los jueces, su paso sea considerado reglamentario en los grandes escenarios internacionales.

Sus cronos parciales dan cuenta de su progreso físico en este último semestre, si se le compara con los parciales de abril pasado en Chihuahua: km 5, 22.57 hoy y 23.25 en Chihuhua; km 10, 45.42 hoy y 47.37 en Chihuahua; km 15, 1hr.08,41 hoy y 1hr.12,37 en Chihuhua; km 20, 1hr.31,49 hoy y 1hr.36,25 en Chihuahua; km 25, 1hr.54,31 hoy y 2hr.00,28 en Chihuhua; y km 30, 2hr.17,56 hoy en Londres, contra las 2hr.24,55 de Chihuahua.

Como indicó el marchista tras su descalificación, “estoy afectado, uno siempre quiere darle su mejor desempeño a su país, darle un poquito de esperanza y felicidad a mi gente, es lo que uno busca como atleta, representar al país y a mi ciudad, Arica . Los jueces son muy exigentes, todas las tarjetas me las mostraron por suspensión pero lo que sale en la planilla es por bloqueo. No le echo la culpa a los jueces, la marcha es así, de dulce y de agraz, más de agraz en los 50 kilómetros porque te pueden descalificar en el kilómetro 48″.

El ariqueño agregó que “lamentablemente mi rodilla me jugó una mala pasada con mis caderas, me empezaron a doler en el kilómetro 12, empecé a controlarlo con agua fría, pero no pensé en eso, seguí con mi ritmo fuerte, busqué ir mejorando mi marca. Si ves los parciales pasé todas bajo cinco o seis minutos respecto de los parciales de Chihuahua y eso me mantenía contento y esperanzado. En todas las carreras este año no me habían descalificado en ninguna. Pero mi pensamiento fue que si me iban a echar, si me iban a descalificar, iba a ser luchando. Pasé a varios atletas, mantuve mi ritmo y no bajó, no claudiqué’’.