“Todavía no me lo creo”, dijo este viernes emocionada la colombiana Mariana Pajón tras ganar la medalla de oro en la carrera de bicicrós (BMX) de los Juegos Olímpicos de Londres-2012, en la que su compatriota Carlos Mario Oquendo se colgó el bronce en la prueba masculina.

“Gracias a toda Colombia, se sintió el apoyo desde hace mucho tiempo. Esto es increíble, me voy a dormir con la medalla y recién mañana voy a comprobar si esto es realidad, porque todavía no me lo creo, es un sueño”, dijo Pajón a la AFP tras la ceremonia de premiación.

En esta competencia la plata fue para la neozelandesa Sarah Walker, mientras que el bronce se lo colgó holandesa Laura Smulders.

La colombiana contó que tras cruzar la meta “no sabía qué hacer. Saltaba, se me salían las lágrimas, no podía creer lo que había logrado en ese momento”, agregó la ciclista, que hizo sonar el himno de Colombia en unas justas de verano después de 12 años.

La última en conseguirlo fue la halterófila María Isabel Urrutia en Sídney-2000.

Pajón, décima en el ránking de la Unión Ciclista Internacional (UCI), comentó que se sintió fuerte desde el arranque de la jornada, en la que ganó las tres mangas previas para clasificar a la final, relegando en todas al segundo lugar a la francesa Magalie Pottier, número uno del mundo y séptima en la prueba.

“Me sentía muy fuerte, estaba saliendo muy bien, sabía que había hecho un trabajo muy exigente y que estaba muy bien para esta carrera. Desde el principio hice buenas salidas y eso se reflejó en la final”, señaló.

Dueña de 13 títulos mundiales, la cafetera era la principal carta de Colombia en Londres, donde el país andino ha hecho su mejor papel en 18 participaciones olímpicas, con un total de ocho medallas: el oro de Pajón, tres platas y cuatro bronces.

Pero la pedalista aseguró que supo mantener la calma para que la expectativa que se había creado en torno a ella no le ganara la partida.

“La presión no me ganó. No fue fácil, pero lo supe manejar poniéndole energía positiva”, sostuvo.

Tras cruzar la meta, Pajón se fundió en un abrazo con su entrenador, Jorge Wilson Jaramillo, y comenzó a lanzar besos a la tribuna donde se encontraban sus padres y dos hermanos, al lado de varias decenas de colombianos vestidos con camisetas de la selección de fútbol.

Ya en el podio, la colombiana saltó una vez que le fue impuesta la dorada, y cuando sonaron las notas del himno de su país, encogió los hombros en señal de sobrecogimiento.

“Se lo dedico a mi familia, a mis amigos, a Colombia entera. Si me pongo a agradecerle a cada persona terminaría pasado mañana. Esto se lo merece mucha gente”, aseveró Pajón, quien se había pintado de color áureo las uñas de las manos, en otra muestra de la seguridad con la que encaró el reto.

Mientras dialogaba con los periodistas que la acosaban en la zona mixta para obtener una entrevista, la cafetera pasó al teléfono para recibir la felicitación del presidente colombiano, Juan Manuel Santos.

El mandatario “me felicitó, es el día de su cumpleaños y está muy feliz con esto que pasó. Colombia entera está muy feliz y yo les agradezco porque me mandaron muncha energía”, subrayó la deportista, que también atesora nueve títulos latinoamericanos, además de preseas doradas en Juegos Panamericanos, Bolivarianos, Sudamericanos y Centroamericanos y del Caribe.