Un juzgado civil de Tegucigalpa dejó en libertad este miércoles al empresario de transporte José Natividad Pereira, detenido el martes tras una orden de captura emitida por otro tribunal en 1998, bajo cargos de tráfico de personas y drogas, informó la prensa local.

“Se ha demostrado mi inocencia, mi abogado presentó un recurso de habeas corpus y ha sido resuelto” favorablemente, declaró el empresario en una improvisada rueda de prensa al quedar en libertad.

La policía había informado el martes de la detención atendiendo una orden de captura del juzgado de Choluteca, 130 km al sur de Tegucigalpa, que había sido emitida el 4 de agosto de 1998. Además, hubo otra orden internacional lanzada por la Interpol en 2004.

El presidente de El Salvador, Mauricio Funes, aseguró la noche del miércoles que la decisión del juzgado de Honduras frustró la justicia.

“Se le puso en libertad (a Pereira) porque la defensa presentó un recurso de habeas corpus a la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de Honduras y esta sala en forma exprés resolvió el recurso y lo puso en libertad y, entonces, una importante captura que había realizado la fuerza de seguridad pública hondureña sencillamente se ve frustrada”, indicó Funes.

Según la versión policial, Pereira estaba acusado de tráfico de personas tanto en Honduras como en Estados Unidos y se acusaba también en este país de blanqueo de capitales y tráfico de cocaína.

Sin embargo, el abogado del liberado, Marlon Duarte, aseguró que dichas órdenes están caducas y que, por lo tanto, su cliente no puede ser detenido en este momento.

Aseguró, además, que viajará a Nueva York para aclarar la situación legal de su defendido ante las autoridades judiciales de esa ciudad estadounidense, que le habían señalado como sospechoso de tales delitos.

Pereira, quien dijo ser hondureño pero de madre salvadoreña, tiene una empresa de transporte de pasajeros que operaba entre Tegucigalpa y la ciudad de El Progreso, 220 km al norte de la capital.

Una hija del empresario, identificada como Yorleni Pereira, había dicho el martes a la televisión local que su padre es “inocente” y que las acusaciones son “un complot” de competidores en el negocio de transportes.