Brasil avanzó el miércoles a la semifinal del torneo olímpico de voleibol masculino, tras imponerse por 3-0 a una aguerrida pero inexperta Argentina, y se ratificó como uno de los favoritos a disputar el oro que Estados Unidos ya le arrebató hace cuatro años.

La bicampeona olímpica, plata en Pekín-2008, se impuso con parciales de 25-18, 25-17 y 25-20 en una hora y 13 minutos de partido.

Las camisetas albiceleste y auriverde en una cancha siempre llaman la atención y aunque en voleibol no fue un clásico de fútbol, el juego mantuvo ese ambiente de rivalidad deportiva que reina entre estos estos dos países.

Los ‘pibes’ trataron de jugar de igual a igual ante un rival claramente superior en fuerza y velocidad, pero rápidamente fueron neutralizados.

Después de cada punto argentino, marcado con sufrimiento, venía cómodo el ataque brasileño a revertir el esfuerzo rival.

“Estábamos muy confiados, prácticamente neutralizamos todas sus jugadas de ataque. Erramos muy poco, creo que nos merecíamos la victoria”, aseguró el punta Murillo, que contribuyó con 14 puntos a la causa ‘canarinha’, siendo el máximo anotador del equipo, seguido por Sidao y Wallace con 12 y 11, respectivamente.

“Llegamos con moral a la semifinal y ahora vamos a pensar en buscar una final”, añadió el atacante.

Una baja importante para el conjunto del entrenador Bernardinho Rezende fue la del opuesto Leandro Vissotto, de 29 años y 2,12 metros de altura, que en un remate fuerte por la banda derecha cayó mal y salió lesionado en el primer set.

“Vamos a hacer una resonancia magnética para tener una idea de la magnitud de la lesión. Fue un dolor muy fuerte, vamos a ver que pasa, espero estar bien para la semifinal”, comentó Vissotto, que fue sustituido por Wallace.

Con contundencia, los brasileños disiparon las dudas que existían antes del torneo por su mal desempeño en la Liga Mundial, que ganó Polonia y en la que terminaron sextos, su peor resultado de la historia.

Aún quedan por definir los otros semifinalistas entre Estados Unidos-Italia, Polonia-Rusia y Bulgaria-Alemania.

En el primer set, la aceitada y experimentada maquinaria brasileña sacó una diferencia de hasta 10 puntos con la fuerza de Murillo y Sidao, que además eran una pared en el bloqueo, y Lucas que sirviendo marcó cinco puntos seguidos.

La segunda manga, hubo ímpetu de los chicos de Javier Weber, que pedía paciencia y buscar puntos por las paralelas, y con Pablo Crer, Rodrigo Quiroga y Facundo Conte consiguieron contener un marcador más abierto, aunque al final cediendo a la presión de los brasileños que, sumado a su fuerza, erraron poco.

El tercer set también estuvo parejo hasta el punto 13, con Wallace rematando para irse arriba y más atrás Ivan Castellani con otro mate sorprendente para llegar al 15-15. Pero un mal servicio de Conte, un mal ‘spike’ de Castellani, Wallace sin fallar y un ace de Sidao abrió el marcador a 17-20.

El punto para partido llegó con un remate de Murillo que explotó en la defensa.

“Argentina está entre los ocho mejores del mundo, pero no entre los cuatro y eso marca la diferencia. Tenemos el nivel de estos adversarios, pero sólo por un ratito. Hay que mejorar desde el punto de vista técnico, la continuidad, son jóvenes, estoy muy orgulloso del equipo”, expresó Weber.

El objetivo de la joven selección albiceleste, que llegó a Londres-2012 después de ocho años de ausencia, era alcanzar los cuartos de final y era consciente de la dificultad del rival. Se retira con las botas puestas.

“Sabíamos que se podía, por dentro lo sabíamos. Pero ahora a pensar en 2016, llegar a estos juegos fue maravilloso”, comentó Crer, que terminó con ocho puntos. Conte terminó con 10 y Quiroga y Castellani con siete.

“Hay un aprendizaje, somos jóvenes todavía, tendremos más juegos por delante”, comentó Castellani. “Este equipo va para largo, estar en los Juegos fue el sueño de cada uno de nosotros, ahora a seguir juntos”, concluyó el levantador Luciano de Cecco.