El DT de Brasil, Mano Menezes, elogió a Honduras como el rival más duro de la Seleçao en lo que va de los Juegos Olímpicos y el entrenador colombiano de los catrachos, Luis Fernando Suáres, les deseó que ganen el oro, luego de un partido plagado de fricciones y protestas.

Como si la decisión común fuese fumar la pipa de la paz y cambiar cumplidos, Menezes dijo en la rueda de prensa que “fue el partido más duro de que tuvimos en los Juegos hasta ahora”, con triunfo de los verdeamarillos en Newcastle y pase a semifinales, con los centroamericanos eliminados.

“Bienvenida la victoria para Brasil. Siempre he sido amante de su fútbol. Que la medalla de oro sea para ustedes”, dijo Suárez en la conferencia en el estadio Saint James Park del Newcastle United.

Las frases diplomáticas y caballerosas fueron el cierre de una jornada tensa, en la que sobraron los golpes a mansalva y los gritos de queja, las discusiones por el arbitraje del alemán Félix Brych, y el coro de abucheos que el público le dedicó a la estrella brasileña Neymar por entender que simuló una lesión.

Brych expulsó al hondureño Wilmer Crisanto por doble amarilla, consecutivas por juego brusco, cuando su equipo vencía 1-0 y también por fuerte falta, sobre la hora, a Roger Espinoza, la figura de los albos, además de haber sancionado un penal para Brasil que los catrachos, y parte de los aficionados, protestaron.

“Salimos otra vez de atrás (perdiendo, como ante Belarús a la que venció 3-1) y lo pudimos dar vuelta. Fue el encuentro que esperábamos”, dijo Menezes en conferencia de prensa en el Saint James Park del Newcastle United.

Brasil pasó a semifinales, en las que jugará contra el ganador de la llave Gran Bretaña-Corea del Sur, en tanto que los hondureños fueron eliminados.

El choque entre brasileños y el vencedor de la otra llave se jugará el martes en el Old Trafford de Manchester.