Los opositores sirios consideran necesario crear un gobierno de transición, tras los éxitos militares de la rebelión, pero su composición provoca desacuerdos, en particular entre civiles del exterior y combatientes del interior.

“Un gobierno nacional de transición se impone a medida que el régimen va perdiendo el control de las regiones”, estimaron el jueves los Comités Locales de Coordinación, una influyente red de militantes opositores.

“Es imprescindible para organizar las zonas liberadas, coordinar las actividades de las fuerzas revolucionarias a nivel nacional y establecer un interlocutor con los gobiernos del mundo”, agregaron.

No obstante, su eventual composición divide a una oposición ya fragmentada.

“La ausencia de vida política en Siria desde hace medio siglo, el ego de algunos opositores y también el hecho de que las formaciones de la oposición dependen de fuerzas exteriores (…) explican estas divisiones”, estimó Jatar Abu Diab, que enseña relaciones internacionales en la Universidad de París-Sur.

Para intentar superarlas, el Consejo Nacional Sirio (CNS), la principal coalición opositora, fundada en Estambul, creó el pasado 27 de julio en Doha dos comisiones.

Una de ellas habrá de conversar con el Ejército Sirio Libre (ESL, formado por desertores del ejército regular y por civiles alzados en armas) y con militantes opositores del interior, y la otra con opositores que no forman parte del CNS, “con el fin de preparar la formación de un gobierno de transición”.

Por su parte, el ESL del interior anunció su propio plan de transición, que comprende la creación de un “consejo superior de defensa que agrupe a los jefes militares de ciudades y provincias de Siria, así como a los principales oficiales que desertaron o que participaron en la revolución”.

Este consejo habrá de elegir “un consejo presidencial de seis personalidades políticas y militares para dirigir el país durante el período de transición”, afirmó.

El jefe oficial del ESL, Riad Asaad, radicado en Turquía, dijo oponerse a este proyecto. Asaad, quien aparentemente no tiene buenas relaciones con la dirección militar de los rebeldes del interior, calificó este proyecto de “claro intento de usar (en su propio provecho) a la revolución y a la sangre de los mártires”.

Para el coronel Kasem Saadedin, portavoz del ESL del interior, cualquier proyecto de crear un gobierno transitorio depende de lo que ocurra en la actual batalla de Alepo (norte).

“Se trata de una batalla crucial, ya que si la oposición gana, tiene pensado crear una zona protegida que sirva de punto de partida para conquistar Damasco”, puntualizó.

“No se puede marginar (…) a quienes derraman su sangre y llevan adelante la guerra de liberación”, estimó Bashar Hrak, miembro del CNS.

En este contexto, el anuncio de la creación de un gobierno en el exilio realizado el martes por el opositor Haytham al Maleh ha sido considerado un fracaso.