Tras renunciar a su cargo como Superintendente de bomberos de Los Ángeles, John Hunter, indicó que la institución debe más de 40 millones de pesos a diversas entidades, lo que agudiza la crisis que atraviesan los caballeros del fuego.

A sus 86 años el dirigente bomberil, decidió dejar su cargo argumentando problemas de salud y poca respuesta al llamado de trabajar unidos a los voluntarios, lo que finalmente coharta la posibilidad de pagar los compromisos financieros.

Aunque dijo no recordar con precisión cuánto y a quiénes se debe, Hunter, detalló que las deudas superan los 40 millones de pesos y las más antiguas se arrastran, incluso, por una década.

El octogenario hombre hizo ver que esta situación, sumada a problemas de salud y familiares, lo llevaron a tomar la decisión de dejar sus funciones como Superintendente, agregando que existen más de 300 voluntarios que pueden tomar las riendas de la institución.