Como en toda red social, para ser divertida, Twitter requiere tener un número suficiente de personas que te sigan. En algunos casos, esta cifra puede ser un verdadero símbolo de estatus o incluso de dividendos económicos, si es que alguien decide que eres lo bastante “influyente” como para representar a su marca.

Sin embargo ganar seguidores o “followers” no es fácil. Requiere constancia, ingenio y talento, pero sobre todo sentido común, algo que al parecer muchos usuarios no poseen, dado que acaban perdiendo seguidores con más velocidad de lo que los captan.

¿Por qué alguien preferiría dejar de seguirte? La agrupación de publicistas británicos Econsultancy realizaron un pequeño sondeo entre 500 usuarios, determinando cuáles son las 15 principales razones por las que alguien podría preferir pulsar el botón “Unfollow” sobre tu cuenta:

1. Demasiado ruido (tuiteas demasiado) [52%]
2. Demasiado autobombo (autopromoción) [48%]
3. Muchos datos publicitarios (spam) [47%]
4. No eres muy interesante [43%]
5. Repites demasiado tus temas [29%]

6. Demasiada automatización [29%]
7. Mensajes ofensivos o poco profesionales [28%]
8. Demasiados tuiteos pidiendo cosas [28%]
9. Muy callado (pocos tuiteos) [27%]
10. Abuso de check-ins en Foursquare [22%]

11. No dialogas con nadie en Twitter [21%]
12. Crímenes contra la ortografía [18%]
13. Demasiados retuiteos de otras personas (RT) [17%]
14. Abuso de mensajes directos (DM) [16%]
15. Abuso en el uso de etiquetas (hashtags) [10%]

Fuera de ser estas las situaciones más mencionadas, el equipo de Econsultancy recibió algunas respuestas individuales interesantes de analizar:

- “La gente que hace RT a sus #FF… me provoca un síncope”.
- “Empresas retuiteando siempre cada comentario positivo que reciben”.
- “Cifras de personas que los siguen o que están siguiendo”.
- “Ególatras obsesionados con ellos mismos”.
- “Usuarios que no escriben ellos sus propios tuiteos”.
- “Publicar los puntajes de Klouts u otros sitios de medición”.
- “Insultos… gente que debería comprar un diccionario”.
- “Personas que ya no pertenecen a una organización”.
- “Denominarse experto, pero la mayoría de sus tuiteos son de fútbol, TV, comidas…”.
- “Separar tuiteos para escribir más de 140 caracteres”.
- “Personas demasiado negativas acerca de todo”.
- “No dar el crédito a sus fuentes de información”.
- “Demasiado tozudo, político o siempre-tengo-la-razón”.
- “Demasiadas frases célebres”.