Seis personas murieron en Honduras y unas 500 resultaron damnificadas en dos semanas en el inicio de la temporada de lluvias, informó este miércoles la gubernamental Comisión Permanente de Contingencias (Copeco).

Los aguaceros también dejan un desaparecido, nueve heridos, unas 200 viviendas dañadas y 73 destruidas, así como unas 600 personas en albergues y comunidades incomunicadas que afectan a unos 17.000 habitantes.

La Comisión de Contingencias declaró alerta amarilla en los departamentos de Gracias a Dios (este) e Islas de la Bahía (norte), así como en la capital, a fin de que los comités de emergencia realicen evacuaciones preventivas en zonas de riesgo.

La temporada de lluvias de 2011 (entre mayo y noviembre) dejó en Honduras 59 muertos.