La presidenta argentina Cristina Fernández analizó la noche del jueves con gobernadores provinciales un plan que podría convertir a la petrolera hispano-argentina Repsol-YPF en una firma mixta, estatal y privada, informaron fuentes oficiales.

El gobernador de Neuquén (sudoeste), Jorge Sapag, había adelantado la noche del martes que se abordaría la creación de una empresa mixta con participación del Estado argentino, pero el encuentro terminó sin que se informara cuál será el mecanismo que se pondrá en práctica.

“Creemos que el jueves (en la reunión) va a haber novedades importantes que trasmita la presidenta. Yo creo que se viene una sociedad de economía mixta en el caso de Repsol-YPF”, había declarado Sapag.

Las acciones de la petrolera repuntaron este jueves 7,42% en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires.

Neuquén es uno de los seis distritos activos en la ofensiva contra la petrolera, al haberle retirado a la firma controlada por la española Repsol (57%) tres áreas de concesión para explotar hidrocarburos, sobre un total de 16 zonas perdidas en todo el país, con el argumento de que no cumplen inversiones.

La Cuenca Neuquina es una de las gigantes petroleras de Argentina junto con la Cuenca del Golfo San Jorge (provincias de Santa Cruz y Chubut), todas ellas en la sureña Patagonia, con un 88% de la producción global.

El presidente de Repsol, Antoni Brufau, fue recibido este jueves por el ministro de Planificación, Julio de Vido, pero ni el Gobierno ni la empresa formularon comentarios sobre lo conversado.

Una opinión desfavorable a cualquier proyecto intervencionista expresó el ministro de Industria español, José Manuel Soria, al afirmar este jueves que la “hostilidad contra intereses” de empresas españolas es interpretado como “hostilidad a España” y que tendrá “consecuencias”.

“Si en alguna parte del mundo hay gestos de hostilidad contra los intereses de las empresas españolas, el Gobierno los interpreta como hostilidad a España”, dijo Soria en Varsovia.

Algunos medios de prensa argentinos, sin citar fuentes, difundieron un supuesto borrador de un proyecto de ley para que el Estado pueda tomar el control de la compañía, pero su envío al Congreso fue desmentido oficialmente.

“No recibimos ningún proyecto, ni siquiera un borrador”, dijo el diputado oficialista José María Díaz Bancalari en nombre de su bloque.

Soria en Varsovia agregó que “el gobierno de España lo que sí dice es que si hay esos gestos de hostilidad, estos traen consigo consecuencias”, aunque sin especificar cuáles.

Repsol-YPF es el mayor productor local de hidrocarburos y líder del mercado de combustibles con el 54% de la refinación.

La compañía reportó este año dividendos acumulados por 5.789 millones de pesos (1.321,6 millones de dólares) y decidió no distribuirlos entre los accionistas, pero el Gobierno le reclamó derivarlos a inversiones en los yacimientos lo que agravó las tensiones.

El Gobierno y las provincias productoras de petróleo responsabilizan a la dirección de la empresa de no cumplir compromisos de inversión y señalan que eso obliga al país a importar grandes volúmenes de hidrocarburos.

Uno de los reproches es que Repsol-YPF “redujo un 30%-35% su producción de crudo en los últimos años y más del 40% la de gas”, lo que forzó al país a aumentar a más de 9.000 millones de dólares las importaciones de hidrocarburos, según un documento de las provincias.

Repsol-YPF rechaza el argumento oficial al asegurar que en 2012 prevé invertir 15.000 millones de pesos (3.400 millones de dólares).

La producción petrolera argentina se ubicó en 2011 en los 796.000 barriles diarios, casi sin variantes comparada con 2009 y 2010.