El fútbol brasileño se concentrará este año en ganar su primer oro olímpico en Londres y en garantizar, pese a los atrasos, que la Copa Confederaciones sea un éxito, dijo el lunes el presidente de la CBF un mes después de suceder en el cargo al polémico Ricardo Teixeira.

José María Marín, que asumió el control de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) el 12 de marzo, explicó que sus primeros días de gestión los concentró en reuniones con la FIFA y dirigentes del fútbol local, así como en una visita al estado de Pernambuco (noreste), que podría quedar fuera de la Copa Confederaciones, la primera gran prueba para Brasil antes del Mundial.

Pero antes, Marín negó cualquier relación con su antecesor, que dejó la CBF envuelto en una serie de escándalos de corrupción.

“No mantuve ningún contacto con el presidente Ricardo Teixeira, ni siquiera le deseé una feliz pascua”, lanzó el dirigente de 79 años.

Con todo, dijo que “respetaba el estilo” de Teixeira, que estuvo al frente de la CBF por 20 años y fue involucrado en el mayor escándalo en la historia de la FIFA a finales de la década de 1990, cuando varios dirigentes del organismo rector del fútbol fueron acusados de recibir sobornos de la agencia de marketing ISL a cambio de los derechos de televisación de copas del mundo.

Además, Marín aseguró que la prioridad para el fútbol local en este momento es ganar el oro olímpico en Londres-2012, una medalla que Brasil nunca obtuvo en esa disciplina.

“Es claro que tenemos preocupación por la Copa de 2014, pero antes de 2014 tenemos 2012, y para nosotros es prioridad la disputa de un título que Brasil viene persiguiendo hace mucho tiempo”, afirmó Marín en una rueda de prensa.

La CBF “va a dar toda la infraestructura para que nuestra selección traiga para el país un título tan deseado”, añadió el dirigente, que incluso ofreció llevar un “buen cocinero brasileño” para preparar los platos de los jugadores.

Marín indicó también que Mano Menezes, el técnico de la selección de fútbol, fuertemente criticado por el desempeño del equipo, “disfruta de (su) total confianza”.

Brasil, que esta vez no disputa eliminatorias mundialistas por su condición de anfitrión del torneo, sufrió en febrero para ganarle 2-1 a Bosnia-Herzegovina en su primer amistoso del año.

Menezes divulgó el 14 de marzo una lista con los 52 jugadores preconvocados para integrar el equipo olímpico, en la que incluyó al experimentado Ronaldinho y a jóvenes estrellas del fútbol local.

Por otro lado, entre el 25 y 27 de abril una comisión de la FIFA visitará el país para realizar evaluaciones técnicas a cuatro de los seis estadios que recibirán la Copa Confederaciones-2013.

“Irán a Rio, Brasilia, Salvador y Recife. Harán un análisis técnico para que a finales de junio sean confirmadas las sedes de la Copa Confederaciones”, indicó Ricardo Trade, director de operaciones del Comité Organzador Local (COL) de la Copa.

La Confederaciones se celebrará del 15 al 30 de junio de 2013 en cuatro sedes confirmadas: Rio de Janeiro, Brasilia, Belo Horizonte y Fortaleza. Recife y Salvador podrían ser incluidas dependiendo de la evolución de las obras en sus estadios.

En la última reunión de la FIFA, celebrada la semana pasada en Zúrich, el estado de Pernambuco (noreste), cuya capital es Recife, “estaba prácticamente eliminado” como eventual sede, alertó Marín.

“Estoy tranquilo y tengo confianza en que la Arena de Pernambuco estará en la Copa de las Confederaciones”, sostuvo sin embargo el presidente de la CBF.

Además de España, campeón del Mundial de Sudáfrica-2010, y Brasil, anfitrión del torneo, disputarán el trofeo otras seis selecciones: México, campeón de la Copa Oro de la Concacaf; Uruguay, vencedor de la Copa América; y Japón, que se adjudicó la Copa Asiática. También asistirán los ganadores de la Copa Africana de Naciones 2013, la Copa de Naciones de Oceanía de 2012 y de la Eurocopa 2012.

Brasil está además en una carrera contrarreloj en culminar las gigantescas obras de infraestructura necesarias para el evento, hasta ahora muy atrasadas.

“Logremos que esa tragedia del 50 se convierta en una gran alegría en 2014″, expresó Marín, refiriéndose al mítico “Maracanazo”, la derrota 2-1 ante Uruguay en la final del primer mundial que organizó, en 1950, en el estadio Maracaná de Rio de Janeiro.