El arzobispo de San Salvador, José Luís Escobar, calificó este domingo de “sacrilegio” la ocupación de la catedral de la capital de El Salvador que llevan a cabo desde hace casi tres meses veteranos de guerra y sindicalistas en demanda de pensiones y otras reivindicaciones.

“El tomarse un templo es un sacrilegio”, declaró Escobar a la prensa luego de oficiar la misa de resurrección en la basilica del Sagrado Corazón.

Por primera vez en su historia, en el principal templo del país no se desarrollaron los actos litúrgicos de la semana santa y los turistas no pueden visitarlo.

Según el arzobispo, utilizar el templo para “manifestarse” o para obtener “un beneficio económico o político” es “una falta grave contra el primer mandamiento de Dios, porque es un sacrilegio el que se ha cometido, un franco sacrilegio”.

“Hacemos un llamado a la conciencia de las personas porque quisiéramos que ellos tomaran la decisión de salir antes que nos veamos obligados a tomar decisiones nosotros. No estoy yo amenazando con la excomunión, de eso no me pronuncio”, destacó Escobar.

Uno de los líderes de la ocupación del templo, Daniel Hernández, culpó el viernes a la misma iglesia de la prolongada ocupación, de la que se cumplirá tres meses el martes.

“La culpa de mantenernos en catedral metropolitana la tiene el gobierno, la dirección política del FMLN (ex guerrilla actualmente gobernante) y la alta jerarquía de la iglesia católica, que no ha cumplido con su papel de mediar ante las demandas”, declaró a la AFP Hernández.

El 10 de enero, al ocupar la catedral, los veteranos identificados como ex combatientes del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) denunciaron el despido de ex camaradas que servían a la policía y además reprocharon el abandono en que los tiene el gobierno.

Entre sus demandas figuran la incorporación de los padres de milicianos que superan los 60 años a los beneficios del Fondo de Protección de Lisiados, becas para hijos de lisiados y dotación de alimentos.