Con motivo de la seguidilla de temblores, la psicóloga de Clínica Tabancura, Siomara Chahuán entregó algunos consejos acerca de cómo actuar para contener a los que se ponen más nerviosos.

“Cuando algún integrante de nuestro grupo familiar o persona que se encuentre cercana al momento del temblor se descontrola, debemos contenerlo y no alarmarlo. La persona ya está angustiada, por lo que se debe actuar en forma serena, sin perder el control, tomarlo de la mano y dirigirlo en su conducta hasta llegar a un sitio más seguro. Mientras esto transcurre, pedirle que respire profundo y que confíe en sus indicaciones”, aconsejó la profesional.

En cuanto a los niños, Chahuán expresó que “lo primero es informarlos, prepararlos, no alarmarlos; explicarles que vivimos en un país expuesto a temblores y terremotos, que estos movimientos son naturales de la tierra, y que responden a una acomodación en su capa más profunda”.

“Otro punto muy importante, agregó, es que frente a un temblor y/o terremoto, seamos un buen ejemplo, no gritemos, ni arranquemos, debemos mantener el control de la situación, para que crean en nuestro discurso”, dijo la psicóloga.

Chahuán dijo que “es coherente ser precavidos, ya que vivimos en un país sísmico, tener un bolso listo y una linterna a mano, pero no estar pendiente de estos objetos, y movernos de un lado a otro de la casa con ellos a cuesta. Saber que están ahí, y que ayudarán en caso necesario a reaccionar de manera rápida, segura y eficaz. Las medidas de prevención se pueden asociar a una patología cuando se presenta una crisis de angustia, estrés post – traumático, y si este último perdura por más de seis meses, pasaría a estrés post – traumático crónico”, expresó Siomara Chahuán.

A su vez la Clínica Tabancura dijo que hay que instruirse como familia, para saber qué está pasando y no perder la calma.

Sostuvo que se requiere conversar, para que todos los integrantes de la familia sepan cuáles son las mejores acciones a seguir, y dónde dirigirse, y no se griten en la situación misma. Nombrar a un líder que los guíe en esas circunstancias, y saber que es beneficioso mantenerse todos juntos.

También, preocuparse de no dejar cosas fuera de lugar que pudiesen favorecer atascos o accidentes en dicha situación; mantener el control y respirar profundo.