Brasil aprobó en primera instancia el martes una ley exigida por la FIFA desde 2007 para regular el Mundial-2014, en medio de la controversia por unas críticas subidas de tono a los retrasos en la organización que motivaron un pedido de disculpas de Joseph Blatter.

El texto, aprobado por una comisión legislativa tras meses de negociaciones, deberá ser votado en los plenarios de la Cámara y el Senado antes de ir a sanción presidencial, en un proceso que se espera concluya este mes.

La iniciativa levanta la prohibición que por ley impedía el consum

o de bebidas alcohólicas en los estadios, y permite la venta de cerveza en vasos de plástico en los escenarios donde se disputará la Copa Mundo, explicó a la prensa el diputado oficialista y relator del proyecto, Vicente Candido.

Los legisladores accedieron a suspender la aplicación de esa ley durante el Mundial por presión de la FIFA, que exigía la liberación de la venta de cervezas ya que uno de sus patrocinadores es la cervecera Budweiser.

Asimismo, la norma autoriza el expendio de cualquier otro tipo de bebida alcohólica en las áreas VIP de los estadios, y limita a 300.000 el número de entradas a precios populares para estudiantes y beneficiarios más pobres de los programas sociales.

Los jubilados sólo deberán pagar la mitad del precio de los boletos.

“Con la conclusión de los puntos más destacados, la Ley General de la Copa puede ser votada” el miércoles por el plenario de la Cámara, dijo a la prensa Candido Vaccarezza, líder del gobierno ante los diputados.

El texto surtió así su primer trámite en medio de las tensiones entre el gobierno de Dilma Rousseff y la FIFA por unas declaraciones del secretario general de ese organismo, Jerome Valcke, el viernes, cuando afirmó que Brasil necesitaba “una patada en el culo” para acelerar los preparativos del Mundial.

Este martes el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, ofreció disculpas por los comentarios que condujeron al gobierno a pedir la sustitución de Valcke como interlocutor, tras calificarlo de “sinvergüenza” y “boquirroto”.

“Mi único comentario en relación a ese asunto es pedir disculpas a todos aquellos que tuvieron su honra y su orgullo heridos, en especial al gobierno brasileño y a la presidenta Dilma Rousseff”, dijo Blatter en una carta enviada al ministro de Deportes, Aldo Rebelo.

Valcke también pidió el lunes disculpas por sus comentarios a través de una carta dirigida a Rebelo, en las que atribuyó a una “mala interpretación” la polémica desatada por sus declaraciones.

El ministro de Deportes no quiso comentar si luego de las disculpas de la FIFA recibirá a Valcke como interlocutor cuando éste viaje a Brasil el 12 de marzo próximo.

“Voy a enviar una carta a Valcke y no creo que sea correcto que tenga conocimiento del contenido antes de recibirla”, dijo el martes el ministro, citado por el sitio web del diario O Estado de Sao Paulo.

Los organizadores brasileños “tienen que darse un impulso, darse una patada en el culo y organizar este Mundial”, había señalado Valcke el viernes en conferencia de prensa en Inglaterra, e indicó que los brasileños parecen más preocupados por ganar el Mundial que por organizarlo.

La polémica coincidió también con el viaje de una delegación de 40 especialistas de la FIFA para inspeccionar los trabajos en los estadios de de Sao Paulo, Porto Alegre, Curitiba, Cuiabá, Manaos y Natal.

En Sao Paulo, primer destino de la gira, los expertos evaluaron junto al comité local de la organización las obras en el estadio del club Corinthians, de 65.000 plazas, que comenzó en mayo pasado con un año de retraso y debe ser concluido a finales de 2013.

“No tenemos dudas de que la apertura de la Copa del Mundo tendrá lugar en el estadio de Corinthians”, dijo Fulvio Danilas, director de la FIFA en Brasil.

La delegación evitó comentar la polémica desatada por Valcke.

Los expertos de la FIFA inspeccionan la planificación de los estadios, incluido el transporte, las tecnologías de la información disponibles, la seguridad, los accesos del público y las instalaciones para la prensa.