El jefe de gobierno español, Mariano Rajoy, y el primer ministro de Italia, Mario Monti, coincidieron en la necesidad de adoptar medidas que impulsen el crecimiento económico, esto tras los duros recortes aplicados, y confían en la “madurez” y “sensatez” de la población para evitar la tensión social.

“Hemos hablado de nuestras respectivas experiencias en el campo de las reformas para lograr que la economía sea más dinámica”, explicó Monti al término de una reunión de más de una hora con el dirigente español en la sede de gobierno italiano, Palazzo Chigi.

Monti reconoció que “quedó impresionado” con las reformas adoptadas por el ejecutivo conservador español, sobre todo en el sector “bancario y laboral”.

“Van en la justa dirección”, comentó el tecnócrata italiano, renombrado economista, quien asumió el cargo en noviembre pasado con el desafío de sortear una de las crisis más graves del Viejo Continente, con Italia en plena recesión.

Por su parte, Rajoy aseguró que considera “imprescindible hacer reformas”, ya que de otra manera “nos quedamos atrás”. Así, espera que la gente tanto en España como en Italia entiendan la importancia de esas medidas para el futuro de los dos países.

“Se trata de reformas duras que no dan resultado a corto plazo. Los gobiernos serios no pueden pensar en el corto plazo. Estamos poniendo las bases para el futuro”, aseguró.

El jefe de gobierno español admitió que el año 2012 será “difícil y complejo” y que las reformas afectan a numerosos estamentos de la sociedad, empresarios, sindicatos, funcionarios.

Rajoy confirmó su compromiso con una política de austeridad y aseguró que España entiende seguir “reduciendo el déficit público”.

En tanto, el primer ministro italiano desmintió que su gobierno tenga programado un nuevo paquete de medidas para este año y recalcó que “la población y la opinión pública han demostrado madurez” ante la crisis tras prometer que “repartirá equilibradamente” los sacrificios.