El fabricante de automóviles francés PSA Peugeot Citroen, en dificultades, ha iniciado negociaciones con el gigante estadounidense General Motors, lo que ha originado una espectacular subida de sus acciones en la Bolsa de París.

El ministro francés de Trabajo, Xavier Bertrand, hizo saber el miércoles que el presidente del directorio de PSA Peugeot Citroen le había informado la víspera de la existencia de “negociaciones para una asociación estratégica”. Interrogado en la radio Europe 1, rehusó decir qué forma podría adoptar dicho acercamiento.

El Estado francés no es accionario del grupo. PSA, primer fabricante francés por delante de Renault y segundo en Europa por detrás del alemán Volkswagen, rechazó comentar esta noticia.

Según la página web del diario Latribune.fr, “las negociaciones entre los dos grupos iniciadas hace varios meses han entrado en la fase final” y podrían oficializarse en el salón del automóvil que se celebrará en Ginebra a principios de marzo.

Para el Financial Times, las negociaciones actuales se centran en una cooperación entre el francés y la rama europea de GM Opel/Vauxhall, para desarrollar conjuntamente motores, sistemas de transmisión y vehículos que serían vendidos bajo sus marcas respectivas.

Conllevarían, según fuentes citadas por el FT, intercambios de acciones.

Este grupo, que ha conservado una estructura familiar, confirmó en la madrugada del miércoles que está negociando un eventual acercamiento con otro fabricante, pero no dio nombres.

“En el marco de su estrategia de globalización y mejora de sus resultados, PSA Peugeot Citroen examina proyectos de cooperación y alianzas”, dijo en un comunicado lacónico.

“Actualmente hay negociaciones y ninguna certeza de que lleguen a buen puerto”, dijo.

En la Bolsa de París, las acciones del fabricante francés subían 12,89% a 16,25 euros hacia las 15H30 GMT en un mercado que perdía 0,43%.

Los sindicatos se preocupan por “el riesgo social importante” en caso de alianza de capital y reclaman garantías en materia de empleo.

General Motors, por su lado, rehusó confirmar la existencia de negociaciones con el francés: “GM negocia regularmente con otros (fabricantes) en el sector, no tiene nada que decir sobre esta información en concreto”, dijo a la AFP un portavoz.

El grupo estadounidense busca una solución para sus actividades europeas, deficitarias. Su dirección empezó a negociar con los sindicatos en Europa para reducir los costos.

PSA, por su parte, anunció en enero que está dispuesta a un matrimonio, pero el pretendiente mencionado entonces por la prensa italiana era el fabricante italo-estadounidense Fiat-Chrysler.

Las ventas del grupo francés se redujeron el pasado año un 1,5%, a 3,5 millones de unidades y su beneficio neto cayó la mitad a 588 millones de euros, unos malos resultados debidos a la debilidad de su rama automovilística.

Por ello, el grupo tuvo que apretarse el cinturón y posponer algunos proyectos no estratégicos, como el de la implantación en India, pese a querer reforzarse a nivel internacional. Actualmente está presente en 160 países.

El grupo francés coopera ya con varios de sus competidores: el alemán BMW para los motores de gasolina, el italiano Fiat y el turco Tofas para los vehículos ligeros, el estadounidense Ford para los motores diésel, el japonés Mitsubishi para los SUV y los vehículos eléctricos, el japonés Toyota para los coches pequeños y el francés Renault para los motores y órganos mecánicos.

Pero el grupo parece cada vez más aislado ante los gigantes del sector, como GM, Toyota o VW o por los acuerdos como Fiat-Chrysler o Renault-Nissan.