El presidente Barack Obama afirmó en una entrevista difundida este lunes que Estados Unidos tiene un “buen conocimiento” del estado del programa nuclear iraní y que se está preparando desde hace tiempo para una eventual operación militar si fuera necesaria.

“Tenemos un buen conocimiento de lo que está ocurriendo con su programa nuclear”, declaró Obama a la cadena de televisión NBC.

“Una de las dificultades es que el propio Irán está ahora mucho más dividido que antes, y que es complicado saber quién toma las decisiones en un momento dado”, opinó Obama.

Nueve meses antes de las elecciones presidenciales, a las que se presentará para obtener un segundo mandato, Obama catalogó de falsas las acusaciones del precandidato republicano Mitt Romney en el sentido de que su gobierno no se había preparado para una operación militar contra el programa nuclear de la República Ismlámica.

Teherán afirma que su programa tiene fines pacíficos, pero Estados Unidos estima que tiene propósitos militares, e Israel, que lo que ve como un peligro para su existencia, se ha expresado de forma ambigua estos últimos días acerca de un ataque preventivo para bloquear ese programa.

“Estos últimos años hemos planificado largamente las diferentes opciones (…), estamos listos para ponerlas en práctica si es necesario”, afirmó el presidente, quien agregó que seguía siendo posible una solución diplomática a esta crisis.

En unos pasajes de la entrevista difundidos el domingo, Obama había estimado que Israel no había tomado una decisión sobre un eventual ataque contra las instalaciones nucleares iraníes.

Estados Unidos reafirmó el viernes que quería privilegiar la diplomacia para convencer a Teherán de que abandone su controvertido programa nuclear, al tiempo que pidió a Israel que “diera tiempo a que las sanciones produjeran sus efectos”.

Un editorial de The Washington Post sostenía el jueves que el secretario de Defensa estadounidense, Leon Panetta, estimaba que existía una “gran posibilidad” de que Israel realizara una intervención militar en la primavera boreal contra las instalaciones nucleares iraníes.