El portavoz del gobierno marroquí llamó este viernes “a la calma” y al “diálogo” tras los enfrentamientos que opusieron en mitad de esta semana a las fuerzas de seguridad con miembros de las categorías desfavorecidas de la ciudad de Taza.

“La calma reina en Taza y nos dirigimos a un control de la situación. Las autoridades están preocupadas por el mantenimiento del orden y la toma en consideración de las reivindicaciones legítimas de la población”, declaró a la AFP Mustafá Khelfi.

El pasado miércoles se registraron enfrentamientos, a menudo violentos, entre las fuerzas de seguridad y jóvenes desempleados, que se saldaron con un centenar de heridos en ambos bandos, según la prensa marroquí.

Taza es una ciudad al noroeste del país, una de las regiones más pobres de Marruecos.

“El diálogo es el único medio para resolver estos problemas. Deben garantizarse tanto el derecho a manifestarse pacíficamente como la seguridad de los edificios públicos”, agregó Khelfi.

El nuevo gobierno marroquí, investido oficialmente por el parlamento la pasada semana, se enfrenta a una complicada situación social por el gran número de desempleados en un país de 33 millones de habitantes, pobres en su gran mayoría.