El Torneo de Seis naciones de rugby arranca el sábado con aires de revancha, en el partido entre Francia e Italia, ocho meses después de la victoria histórica (22-21) de los ‘azzurri’ en Roma, pero también en los encuentros Escocia-Inglaterra e Irlanda-Gales (este último el domingo).

La jornada estará marcada por el estreno de tres entrenadores: Philippe Saint-André como técnico de Francia, subcampeona del mundo, su compatriota Jacques Brunel, que dirige a Italia, y Stuart Lancaster, cuyo objetivo es la recuperación de Inglaterra tras su eliminación en cuartos del Mundial.

Once meses después de su fracaso en Roma, diez jugadores franceses (y dos reemplazantes) se encontrarán cara a cara con nueve de los italianos (dos en el banquillo) que les humillaron 22-21 en el estadio Flaminio de Roma.

“La revancha es sobre todo contra nosotros mismos”, asegura el hooker William Servat.

Ante su público, los franceses pueden contar con su título honorífico de subcampeones del mundo, tres meses después de la derrota en la final del Mundial de Nueva Zelanda contra los All Blacks (8-7).

Pero la mayoría de jugadores del equipo no quieren considerarse favoritos, a pesar de un calendario favorable en el Seis Naciones (partidos en casa contra Italia, Irlanda e Inglaterra) y de su buen recorrido en el Mundial, donde ganaron a Inglaterra en cuartos (19-12) y a Gales en semifinales (9-8).

El sábado en Edimburgo, el ambiente será eléctrico en el partido Inglaterra-Escocia con el que los ingleses empiezan su andadura para defender el título.

Los escoceses todavía tienen en la memoria su eliminación en la fase de grupos del Mundial, la primera de su historia, tras perder 16-12 contra Inglaterra en el Eden Park de Auckland.

Esta vez salen con ventaja en el campo de Murrayfield, donde llevan sin perder contra el XV de la Rosa desde hace ocho años (victorias en 2006 y 2008, empate en 2010).

Inglaterra sin embargo es un equipo muy distinto al del pasado mes de octubre.

Tras el fracaso en el Mundial que provocó las retiradas internacionales de Lewis Moody y Jonny Wilkinson y la salida de Mike Tindall y Nick Easter, el equipo llega con una nueva generación de jugadores liderada por el insider Owen Farrell (20 años), seleccionado por primera vez igual que Brad Barritt.

Los nuevos talentos tendrán la responsabilidad de volver a entusiasmar a los seguidores ingleses y poner al equipo en el buen camino, en una edición del Seis Naciones que se anuncia complicada con tres partidos fuera de casa.

El domingo en Dublín, Irlanda se mide a Gales, el equipo que les eliminó en cuartos de la Copa del Mundo (22-10), con la confianza que da haber clasificado a tres de sus provincias para los cuartos de final de la Copa de Europa.

Sin su emblemático capitán Brian O’Driscoll (117 partidos internacionales), operado en un hombro, los irlandeses cuentan con la experiencia de hombres como Paul O’Connell, Donncha O’Callaghan, Jonathan Sexton, Gordon d’Arcy y Rob Kearney para frenar a los jóvenes galeses Sam Warburton, Rhys Priestland, Jamie Roberts, Jonathan Davies o George North.