La práctica de sexo sin protección y el consumo frecuente de drogas, que pueden incrementar las posibilidades de contraer VIH/sida, disminuyeron levemente en Estados Unidos, de acuerdo con un estudio gubernamental publicado este jueves.

En el periodo 2006-2010 disminuyó levemente el número de estadounidenses que dijeron no haber usado preservativo, haber tenido más de cinco parejas sexuales, practicado sexo a cambio de drogas o dinero, consumido drogas ilícitas, practicado sexo de hombre a hombre o tenido una pareja portadora del VIH durante el último año, en comparación con las cifras de 2002.

De los encuestados en el último estudio, cerca del 10% de los hombres y 8% de las mujeres dijeron haber practicado al menos una de esas conductas de riesgo de contracción de VIH/sida, contra 13% de los hombres y 11% de mujeres en el estudio anterior.

El estudio fue llevado a cabo por el Centro Nacional de Estadísticas de Salud (National Center for Health Statistics) y tomó en cuenta a 22.682 personas de entre 15 y 44 años, que respondieron un cuestionario en una computadora, en vez de ser interrogados directamente por otra persona.

Este método “rindió un reporte más completo sobre las conductas de riesgo”, dice el estudio.

En todo Estados Unidos, el número de nuevos casos de VIH se estabilizó en cerca de 50.000 anuales, con unas 16.000 muertes por esta enfermedad cada año, según los Centros de Control de Enfermedades.

Cerca de 1,2 millones de personas en Estados Unidos viven con VIH y 20% de ellos no saben que son portadores del virus.

El reporte publicado este jueves dice que 61% de los nuevos contagios de sida en 2009 se produjeron en hombres que practican sexo con hombres, 27% en parejas heterosexuales y 9% entre personas que consumen drogas intravenosas ilícitas.

Los hombres que estuvieron en la cárcel en el año previo al estudio fueron más propensos a reportar al menos una conducta de riesgo (27%), en comparación con los hombres que no estuvieron presos (7%).

Asimismo, los hombres que tuvieron experiencias en el ejército fueron menos propensos a practicar conductas de riesgo (6,8%) que los que no las tuvieron (10%).