Miles de guineanos en lágrimas, muchos de ellos vestidos de blanco, recibieron el sábado en Bissau los restos de su presidente Malam Bacai Sanha, fallecido el 9 de enero en Francia a la edad de 64 años, comprobó un periodista de la AFP.

El ataúd con el cuerpo del presidente Sanha fue transportado a la capital de Guinea-Bissau por el avión presidencial de Senegal que aterrizó a las 12:00 horas.

En el aeropuerto esperaban varios centenares de personas, entre ellos el jefe de la Asamblea Nacional y presidente interino, Raimundo Pereira, el primer ministro Carlos Gomes y varios miembros de su gabinete, así como los altos mandos de las fuerzas armadas y diplomáticos.

El ataúd fue transportado luego en un vehículo del ejército hasta la residencia privada de Sanha, en el centro de la ciudad.

El cortejo fúnebre rodó lentamente en medio de una marea humana compuesta por guineanos de todas las clases sociales. “¡Mambas, gloria!”, “El paraíso para Mambas”, coreaban. Mambas era el sobrenombre afectuoso de Malam Bacai Sanha.

Guinea-Bissau, un pequeño país lusohablante de África occidental afectado por una inestabilidad política crónica, fue colonia portuguesa hasta su independencia en 1974.