Luego que en 2008, producto de las amenazas terroristas llevaron a la organización a suspender por completo la realización del Dakar, en 2009 la organización optó por cruzar el Atlántico y realizar la competencia en Sudamérica.

Desde entonces, Argentina y Chile se han llevado los honores de contar con el rally más exigente del mundo, y este año se sumó Perú.

Catalogadas las ediciones en suelo americano como un éxito en realización y competitividad, los dirigentes a cargo de la prueba considerarán continuar ‘muchos años más’ en suelo sudamericano, conformes con las experiencias que han tenido.

Así lo informó el director de la prueba Etiene Lavigne, quien comentó que no está en los planes cercanos regresar a África, donde se llevaba a cabo la competencia, pues ya cuentan con diversos proyectos para las próximas ediciones, donde Chile tendrá un papel más protagónico, pues el cierre de la competencia será en suelos nacionales.

Según declaraciones del director de la prueba, que recoge el medio trasandino Infobae, Lavigne considera que ‘hay mucha tensión en las distintas categorías. Creo que esta edición se asemeja mucho a lo que era el espíritu de la prueba en África, siendo la más dura desde que se corre en Sudamérica’.

Además, destacó los complejos terrenos por donde pasó la competencia como San Rafael y Fiambalá en Argentina y Copiapó en suelo chileno. ‘Sentimos que los competidores ahora están muy contentos con el recorrido’ aseguró.