Seguramente pocos envidian al hombre que trabaja limpiando vidrios en el edificio de la Caja de Compensación “La Araucana”, en la esquina de Lincoyán y San Martín, en pleno centro de Concepción.

Y es que además de trabajar en solitario, tiene que limpiar los vidrios de la enorme estructura colgando a gran altura.

Aunque tiene la seguridad necesaria, según se informó a La Radio, no puede ser una persona con vértigo, por razones obvias, y su paciencia debe ser enorme porque es una tarea que parece interminable.

En otro plano, más práctico, tampoco le resulta fácil ir al baño, como a otros trabajadores.

Es sorprendente observarlo en acción porque avanza muy rápido colgando en lo alto en un lugar, donde ya es atracción de la gente que espera hoy locomoción, sale de colegios o va a la Iglesia Santo Domingo.

Salvador Schwartzmann (RBB)

Salvador Schwartzmann (RBB)