El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, aseguró el domingo que su país “no reconocerá” decisiones del Centro Internacional para la Resolución de Disputas sobre Inversiones (Ciadi), dependiente del Banco Mundial (BM), y aseguró que Caracas debe “salirse” de ese órgano.

“Ahora nos amenazan con el Ciadi, de ese Ciadi tenemos que salirnos nosotros. Nosotros no reconoceremos decisiones de Ciadi alguna”, dijo Chávez, refiriéndose a la demanda de la estadounidense ExxonMobil contra su país en ese órgano por la nacionalización de activos petroleros en 2007.

La Cámara de Comercio Internacional (CCI) ordenó recientemente al gobierno de Chávez indemnizar con 907 millones de dólares a la compañía estadounidense por la nacionalización de uno de sus activos, un monto que representa menos de un 10% de los 12.000 millones pedidos por la petrolera, que ahora aguarda otro fallo del Ciadi, previsto para febrero.

“Ahora nos amenaza la misma Exxon, a pesar de la decisión allá en París (del CCI) de que Venezuela sí les debe, pero no 12.000 millones de dólares”, dijo el mandatario asegurando que la empresa estadounidense “pretende lo imposible, que les paguemos lo que no les vamos a pagar nunca”.

“Y nos amenazan con expropiarnos allá (en Estados Unidos) la (filial de la estatal petrolera venezolana) Citgo, que debe valer como 20.000 millones de dólares por lo menos”, aseguró el mandatario venezolano, diciendo que su país “no se doblegará” ante “el imperialismo”.

Chávez dio en 2007 un paso más en la nacionalización de los recursos petroleros, vigente desde 1975, y estableció una estructura de empresas mixtas con un accionariado minoritario para las extranjeras frente al mínimo de 60% de la estatal petrolera PDVSA.

La negativa de ExxonMobil y de su compatriota Conoco Phillips a participar en ese sistema llevó a la expropiación de sus actividades, y al inicio por parte de ambas de procesos de arbitraje internacional contra Venezuela.

Según la página web del Ciadi, Venezuela tiene más de una veintena de casos de arbitraje abiertos, siendo la mayoría demandas de empresas extranjeras que exigen indemnizaciones por la nacionalización de sus activos decretadas por el gobierno de Chávez.

Las demandas podrían costarle miles de millones de dólares a Venezuela y, según analistas, detrás de la decisión que Chávez anunció a mediados de 2011 de repatriar todas las reservas monetarias de oro en el extranjero, valoradas en unos 11.000 millones de dólares, se esconde la voluntad de evitar su confiscación en caso de derrotas ante el arbitraje internacional.

Chávez apoyó por otro lado este domingo la iniciativa del presidente de Ecuador, Rafael Correa, de crear un mecanismo en la Unasur, alternativo a la Ciadi, “donde se puedan dirimir diferencias de empresas en América Latina” para que los gobiernos de la región no tengan que ir a Washington o Europa a solucionar sus problemas.