Al menos cuatro civiles murieron este sábado por los disparos de las fuerzas de seguridad en Homs, uno de los bastiones de la contestación contra el régimen de Bashar al Asad en el centro de Siria, informó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).

Según la organización, con sede en Gran Bretaña, otros tres civiles que resultaron heridos la víspera por disparos en Harasta, en la región de Damasco, fallecieron el sábado.

Estas muertes coinciden con los funerales organizados el sábado por las autoridades sirias por las 26 personas que perdieron la vida en un atentado suicida perpetrado el viernes en Damasco.

El régimen de Al Asad atribuyó el ataque contra un barrio histórica de la capital a “terrorista” y opositores.

El 23 de diciembre, un doble atentado con coche bomba en la sede de los servicios de seguridad, que dejó 44 muertos y 150 heridos, fue atribuido por Siria a la red Al Qaida, mientras que la oposición acusó al régimen.

La ONU calcula que unas 5.000 personas han muertos desde el inicio de la revuelta popular contra el gobierno de Al Asad a mediados de marzo.