Terminó el Master de Londres, y el caballero Roger Federer tal cual un defensor de la torre famosa, salió al ruedo con todas sus armaduras y en el reino del tenis, allí en la tierra en la que se inventó este deporte, batió a lanzazos a todos sus oponentes y una vez más se erigió en el Rey de reyes de todos los courts.

Tras esta corona que bien le queda en su testa, Federer, sano, sin lesiones, sin estrés y con la cabeza abierta para seguir jugando en un nivel superlativo buscará dar el salto de los saltos: lograr la medalla olímpica en la misma ciudad que durante una semana los disfrutó esta semana y que será sede de los Juegos Olímpicos 2012 y, por supuesto, porque le corresponde a su jerarquía de enorme campeón recuperar el número 1 del mundo.

¿Podrá decirle en los resultados a Novak Djokovic “¡¡¡entrégame ese cetro, es mío!!!…”? Si, claro que podrá. Djokovic mostró un nivel único a lo largo de 10 meses del año que tenísticamente ha concluido para los grandes, pero tan abundante ha sido la cosecha que tan enorme será lo que tendrá que defender. Entre torneos del Gran Slam, Master 1000 y alguno que otro “pequeño” certamen ATP, el serbio superó los 12.000 puntos en una temporada (los certámenes del Gran Slam entregan 2.000 unidades al campeón y Novak ganó Australia, Inglaterra y el Us Open).

Terminó la temporada agotado física y mentalmente. En el Master de Caballeros de Londres no podía moverse, pensaba una jugada y le salía otra…La apasionanate carrera de Nole en 2011 le pasó la cuenta. Y su lesión en el hombro es una luz amarilla, una advertencia. En este mes y medio que resta para el retorno grande (Australia 2012) Djokovic tendrá que recuperarse porque no solo lo esperan los 12.000 puntos. También Roger Federer, el inigualable Maestro, el más campeón de todos.

Es probable que Rafael Nadal hoy por hoy el número 2 del mundo quiera exponer en las pistas que su momento aún no ha concluido. Pero Novak Djokovic y todos los que este año pudieron ganarle demostraron que está un “pelín” (como le gusta decir al manacorí en las conferencias de prensa) más lento que antaño y que las finales perdidas ante el sebio (6) lo derribaron del pedestal de la mentalidad ganadora. Y, se sabe, la cabeza muchas veces juega un papel más que fundamental en el desarrollo de un tenista.

Nadal ha sido elogiado en más de una ocasión pór su espíritu, por su actitud, más que por su variedad y técnica en los golpes. Quedó marcado Rafa. El lo ha reconocido. Y también ha dicho que no tendrá vacaciones porque para superar este momento debe trabajar…Si supera la vara que le impuso el número 1, Nadal también se constituirá en un serio candidato a volver a la punta del ránking.

Pero él también sabe que un Federer en estado de gracia (como terminó el año, por ejemplo) se tornará en un candidato casi infranqueable. Ataviado de caballero del tenis, se acercará a las canchas con sus mejores armaduras. ¿Y quien podrá atravesarlas?