Es incombustible. Parece no extinguirse. Cuando se lo observa en un court, su presencia intacta, causa admiración. No presenta señales de esfuerzos físicos. No hay tobilleras que protejan sus extremidades inferiores. Tampoco se observan apósitos sobre sus muslos o rodillas. ¿Tendinitis en su codo? Jamás…A los 30 años su figura incólume acompaña al tenis de siempre. Ese que lo ha hecho distinto, campeón (después de París-Bercy) de 69 torneos, 16 del Gran Slam y 18 Master 1000 incluidos.

Roger Federer se dio un gran gusto este domingo en la capital de Francia: ganó por primera vez el Master 1000 de esa ciudad y con esa victoria además se convirtió en uno de los pocos (junto a André Agassi) en obtener los dos importantes campeonatos de la ciudad Luz, el Abierto de Francia (arcilla) y París Bercy (cemento bajo techo).

Jo Wilfreid Tsongá (6to jugador del mundo) jugaba como local, con todo el público a su favor, con todo el ambiente a su favor. Y con una previa, la que lo llevó a la final, fantástica.

Pero le tocó el gran Roger en la cita definitiva. Y el suizo le mostró toda su jerarquía ganándole por 6-1 y 7-6 y plasmando su sexta victoria ante el carismático tenista galo. Federer solo había ganado en el año el torneo de Doha, a comienzos de temporada y hace pocos días el de Basilea, antes de su tercera corona del 2011 en París.

Federer llega al final de la temporada mejor “parado” que sus oponentes más jerarquizados en la lucha por los primeros lugares del ránking. En Londres la semana venidera se verán las caras en el Master de Caballeros Novak Djokovic, Rafael Nadal, Andy Murray y el resto de los clasificados a la magna cita de la capital inglesa. Y los espera Roger quien está entero, físicamente y mentalmente.

Djokovic está dando señales de agotamiento y su hombro derecho lo obligó al adiós prematuro en París Bercy; Rafael Nadal decidió no ir al último Master 1000 del año para preservar su también agotado físico y Andy Murray el tercer tenista del mundo, a pesar de un muy buen último semestre, suele caer en pozos anímicos que en las grandes ligas lo apartan en los tramos decisivos.

Federer tiene que defender el título de maestro logrado en 2010 en la misma Londres. Está metido de lleno en el último mes de alta competencia, ese que marca además de excelentes certámenes en cancha rápida bajo techo, el torneo de Maestros de Londres.

¿Y quién mejor que Federer para dar clases…?