La compañía de software Adobe anunció este martes el cese del desarrollo de Flash para dispositivos móviles, así como una reestructuración interna que incluye el despido de al menos 750 personas.

“En adelante, nuestro trabajo con Flash para dispositivos móviles estará enfocado en ayudar a los desarrolladores de Flash a convertir sus aplicaciones para Adobe Air en todas las tiendas de aplicaciones. Ya no adaptaremos el reproductor de Flash para nuevos navegadores, sistemas operativos o configuraciones de dispositivos móviles”, declaró Adobe en un comunicado recogido por The Guardian.

“Puede que algunos de nuestros licensatarios opten por mantener su trabajo y lanzar sus propias implementaciones. Para ellos, seguiremos apoyando los actuales reproductores de Android y PlayBook (BlackBerry) con parches de seguridad y actualizaciones críticas”, añade.

El anuncio significa una victoria no sólo para HTML5, el estándar multimedia abierto que comienza a ganar cada vez más apoyo, sino -curiosamente- también para Steve Jobs, quien durante sus últimos años a cargo de Apple se negó terminantemente a que el iPhone tuviera compatibilidad con Flash.

Para Jobs, Flash siempre fue un programa que consumía en exceso los escasos recursos de los dispositivos móviles, además de ponerlos en riesgo con diversos fallos de seguridad y estabilidad. Una visión que hoy parece ser refrendada por la decisión de Adobe.