La ley antidíscolos se hizo cumplir. Así existen a lo menos 60 disidentes de sus partidos, registrados en el Servicio Electoral que concretaron la formalidad, algunos de ellos con intenciones de postular a las elecciones municipales como independientes.

Sólo desde el 24 al 29 octubre el Servel registró 65 renuncias a partidos políticos en la región del Bío-Bío. La mayoría de ellos corresponde al Partido Regionalista Independiente.

Parte de los nuevos “díscolos” buscan competir; y al no contar con el apoyo de sus antiguos partidos, lo harán como se conoce popularmente “por fuera”.

Los emblemáticos que renunciaron a la Concertación fueron Alvaro Rivas ex PPD que irá como candidato a alcalde por San Pedro de la Paz y Eduardo Aguilera en la DC, actual alcalde de Tomé que pretende mantener su cargo, idea que no apoyara su ex partido. En el socialismo, Patricio Rojas, de Talcahuano, y Antonio Alvear, de Alto Bío-Bío, dimitieron para seguir sus rumbos autónomos.

En la alianza la situación no es distinta. Desde Renovación Nacional se registra la renuncia del alcalde de Tucapel, que irá como independiente a alcalde de Los Ángeles, lo mismo Agustín Montero, concejal de Florida que intentará como alcalde. Se suman el concejal Pedro Méndez, caso que más preocupa al presidente regional Claudio Eguiluz.

Finalmente, en la UDI el concejal Rodrigo Vera, de Penco -al tiempo en que vio opciones mayores a las del alcalde actual Guillermo Cáceres- simplemente renunció porque ya lo había dicho el presidente regional de la UDI Jorge Ulloa: “el que tiene mantiene” y si con ésta fórmula se pierde el cupo, se pagan posteriormente los costos políticos y capítulo cerrado.